Los ocupantes de una furgoneta, normalmente con dos personas en el interior, se acercan con aviesas intenciones a un menor en las proximidades de un centro escolar o en la vía pública. Estos individuos intentan subir al niño al vehículo, pero el intento se trunca a última hora. Este patrón de comportamiento se repite una y otra vez en las supuestas tentativas de rapto infantil. Ningún pequeño, por fortuna, ha sufrido lesiones, ninguna supuesta tentativa de secuestro ha prosperado y tampoco ha habido detención alguna. Sin embargo la psicosis entre los padres crece en progresión geométrica sin que haya pruebas tangibles de delito.

Durante el presente año, cuatro padres han interpuesto otras tantas denuncias en Mallorca por supuesto intento de rapto de sus hijos en las proximidades de centros escolares de Mallorca. Una fue formulada en Palma y las otras tres en Esporles, Santa Maria y Consell

Los supuestos secuestradores mantenían un mismo modus operandi. Utilizaban cualquier pretexto para aproximarse a un menor y le instaba a subirse a la furgoneta o al coche. El niño echaba a correr y la presunta tentativa del rapto de un pequeño quedaba frustrada.

Paralelamente se ha ido produciendo un efecto bola de nieve y el temor de muchos progenitores al dejar a sus hijos en el colegio se ha multiplicado. Policía Nacional y Guardia Civil han abierto investigaciones en sus respectivas demarcaciones para tratar de esclarecer si estos supuestos intentos de rapto de menores en las proximidades de centros escolares de Mallorca son reales.

Un efecto ‘bola de nieve’ se ha extendido entre centros escolares, padres y alumnos ante un hecho no probado

La búsqueda de los supuestos responsables ha sido infructuosas. Las investigaciones policiales y del instituto armado no han concluido con indicios consistentes de una tentativa de rapto.

Así, las pesquisas en torno a la única denuncia presentada en Palma, después de la cual el centro escolar puso en alerta al resto de padres a través de un comunicado, no han servido para dar con los supuestos secuestradores. La reconstrucción de lo ocurrido apunta a la huida del menor de ocho años despavorido ante la proximidad de una furgoneta. La hipótesis de una presunta tentativa de rapto se ha disipado.

El potencial secuestro de su hijo también fue esgrimido por unos padres del barrio palmesano de Son Gotleu para no llevar a su hijo al colegio. En realidad, los progenitores habrían recurrido a la alarma social generada por estas denuncias para justificar su negativa a acompañar al menor al centro escolar en estos tiempos de pandemia.

Aumento exponencial

Por el contrario, la psicosis de esta supuesta oleada de intentos de raptos ha ido en aumento exponencial. La Policía Nacional, a través de investigadores del Grupo de Atracos, se han volcado en la investigación sobre estas supuestas tentativas de secuestro infantil en las proximidades de los colegios. Otro tanto han hecho los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil por casos muy similares que, al parecer, habrían ocurrido en Santa Maria del Camí, Esporles o Consell.

Uno de estos inquietantes supuestos intentos de secuestro ocurrió el pasado 14 de octubre en la avenida de Jaume III de Santa Maria. Una niña de nueve años se encontraba en la puerta de una academia, a plena luz del día, esperando a su abuela.

A continuación, de acuerdo con el testimonio de la niña, un hombre la habría interpelado y la invitó, supuestamente, a subirse en su furgoneta. «¿Te vienes conmigo?» o «tu padre me ha dicho que te venga a buscar» eran las frases que presuntamente dirigió a la menor. Al parecer, ese día fue la única vez que la pequeña se había quedado a solas, ya que la profesora se quedó limpiando el aula.

El progenitor denunció lo que su hija le había narrado a la Policía Local de Santa Maria. Los agentes le remitieron a la Guardia Civil para que se encargara del caso. Los investigadores del instituto armado no hallaron indicio alguno de intento de secuestro.