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Agricultura

Una finca de Xorrigo alberga un ‘laboratorio’ para encontrar el almendro perfecto para Mallorca

Las nuevas variedades se han mostrado hasta el momento resistentes a la Xylella // ‘Glorieta’ y ‘Masbovera’, las que han mostrado mejores rendimientos productivos

El IRFAP organizó una jornada en Xorrigo para dar a conocer los resultados. | DM

La Mallorca de postal turística no sería posible sin el almendro, cuya floración espolvorea con delicadeza los campos anualmente para asombro de vecinos y visitantes. Para que esa estampa no se pierda y no cunda el desánimo entre los agricultores por la amenaza de la terrible plaga de la Xylella fastidiosa, hay unos terrenos en la isla que sirven como ‘laboratorio’ para analizar el comportamiento a nivel insular de las nuevas variedades.

La iniciativa que se realiza en una finca de Xorrigo por el Institut de Recerca i Formació Agroalimentària i Pesquera de les Illes Balears (IRFAP) lleva ya ocho años en marcha, pero es ahora, una vez pasado todo este tiempo, que ha permitido sacar resultados verdaderamente concluyentes dado el ciclo natural del almendro.

En esta finca, se ha sembrado una docena de variedades para ver cómo se adaptan a la realidad insular, cuáles producen más y cuáles son las más resistentes a las enfermedades, Xylella incluida. Por ahora, los resultados son prometedores: se han mostrado bastante resistentes a la bacteria.

Esos variedades proceden de tres centros de investigación en materia de selección vegetal situados en España (en Murcia, Catalunya y Zaragoza) y uno en Francia. «Estos centros hacen programas de mejora genética que están reconocidos a nivel mundial», explica la gerente del IRFAP, Georgina Brunet.

«De este trabajo, han resultado muchas variedades de floración tardía a las que no afectan las nevadas, que son autofértiles, de ‘clovellla’ [cáscara] dura, que son más tolerantes a enfermedades, de fácil manejo y más productivas», detalla.

Floración de uno de los almendros en la finca experimental. | DM

Variedades comerciales

Lo que promueve este organismo autonómico es que los payeses puedan ir a la finca para ver de primera mano esas variedades y, una vez recogida la información, puedan escoger las que consideren más convenientes para sus plantaciones. Todas estas variedades se comercializan.

Éste es uno de los aspectos que se trató ayer en una jornada promovidas por la Conselleria con representantes del sector primario; jornada que concluyó con una visita a la finca de Xorrigo.

Brunet aporta claves para entender el nuevo contexto de producción. Señala que tradicionalmente el almendro se ha cultivado en condiciones de secano y en suelos pobres, «cuando en verdad era de regadío».

Desde que se empezó a tratar como tal, su producción ha crecido de forma notable, con rendimientos superiores a nivel estatal a los que ofrecen dos ‘gigantes’ del cultivo, como son California (Estados Unidos) y Australia. Sobre todo en la península, donde el 20% de la superficie consagrada a este árbol es de regadío. Una cifra aún baja en Mallorca: el 5%. El almendro en la isla tiene que superar aún la barrera mental que causó la Xylellla, como apunta Brunet, quien señala también los problemas de costes añadidos de la insularidad.

Primeras conclusiones

En la finca de Xorrigo, «vemos si esas variedades que se han creado en Murcia, Catalunya, Zaragoza o Francia se adaptan bien» al territorio insular, indica la Jefa de Producción Vegetal del IRFAP, Carme Garau. Esas variedades se plantaron hace unos ocho años y ahora pueden realizarse las primeras conclusiones concluyentes.

Garau refiere que se han probado 12 variedades, «mayoritariamente autofértiles, es decir, que no necesitan otra variedad en el campo para ser polinizadas». Éstas son las siguientes: Antoñeta, Marta y Penta, del CEBAS-CSIC; Belona, Mardía y Soleta, del CITA, y Constantí, Glorieta, Marinada, Masbovera, Tarraco y Vairo, del IRTA

«El objetivo principal de esta experiencia ha sido evaluar la adaptación de estas variedades en condiciones de riego deficitario controlado, unos 2.800 metros cúbicos por hectárea y año, bajo las condiciones agroclimáticas de Mallorca, en concreto en la zona de Palma», apunta.

En ese ‘laboratorio’ de Xorrigo, se ha analizado al detalle cuál ha sido el desarrollo de cada variedad, desde el punto de vista de la producción, la afectación de enfermedades y la fenología (floración).

6.000 kilos por hectárea

De acuerdo a los resultados expuestos por Garau, las de mayor producción acumulado en fruto por hectárea han sido la Glorieta y, a continuación, Masbovera, con más de 6.000 kilos por hectárea.

Por el contrario, las variedades con menores rendimientos han sido las siguientes: Mardía, Soleta y Belona, con una producción inferior a los 2.000 kilos por hectárea.

Respecto a la protección que ofrecen ante las enfermedades, los resultados evidencian que Marta y Masbovera son las que presentan una menor afectación por brot sec, según expone la Jefa de Producción Vegetal del IRFAP

En general, agrega, ninguna de las variedades que se han analizado presenta una sintomatología de la bacteria Xylella, si bien la Mardía sí que ha dado positivo por la bacteria.

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