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Así ha cambiado la Mallorca idílica del Arxiduc: comparativa con imágenes

Lluc Julià lleva años embarcado en el proyecto de realizar comparativas de los grabados realizados por el célebre aristócrata en las islas con imágenes actuales de esos mismos lugares

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Así ha cambiado la Mallorca idílica del Arxiduc: comparativa con imágenes Lluc Julià

Destino visitado por millones de extranjeros cada año, Balears ha tenido pocos visitantes tan trascendentes para su historia como el Arxiduc Lluís Salvador (1847-1915), al que, curiosamente, se le conoce más por su denominación catalana que castellana. Llegó en 1867, cuando era un veintañero y cayó enamorado de Mallorca, donde viviría durante casi toda su vida. 

El paisaje que le cautivó lo retrató él mismo en su monumental obra 'Die Balearen in Wort und Bild Geschildert' (’Las Islas Baleares descritas en palabras e imágenes’). Es un compendio antropológico, geográfico, literario, artístico, ilustrado con grabados y fotografías que muestran la realidad de Balears antes de su gran transformación como consecuencia del boom turístico.

Fue al conocer la obra del archiduque, cuando a Lluc Julià Fàbregues, un barcelonés afincado desde hace dos décadas en Menorca, se le ocurrió la idea del proyecto ‘Die Balearen’, consistente en comparar esas imágenes captadas por el aristócrata con fotografías actuales de esos mismos lugares. 

«Hace años vi un libro de fotografía comparativa, o refotografía, basado en aguatintas de templos hindúes realizados durante la dominación británica de la India. Pensé que era una forma muy seductora de explicar con imágenes el efecto del ser humano sobre su propio entorno. Cuando conocí la obra del archiduque, pensé que sería una buena idea aplicar la misma idea a partir de los grabados de ‘Die Balearen’. Llevo trabajando, a nivel particular, desde 2002 y empecé el trabajo de localización y refotografía en Menorca, mi isla de residencia», explica este autodidacta que se dedica profesionalmente al diseño editorial y de contenidos. 

Isla más representada

Tras un paréntesis, en 2020 retomó el proyecto centrándose en el resto del archipiélago, en especial Mallorca, que, como recuerda, es la isla «más representada» en la obra del Arxiduc. No descarta en un futuro recopilar todas estas comparativas en un libro, aunque actualmente utiliza una web como soporte gráfico y las redes sociales como canal de difusión. 

Lluc Julià asegura que no se trata de un proyecto de investigación, sino de divulgación para «invitar a la reflexión». 

«El proyecto es tan válido para denunciar el patrimonio que hemos modificado con poco acierto como para reivindicar el patrimonio que hemos conservado», señala el impulsor de la iniciativa, quien se marcó también como objetivo paralelo «dar visibilidad a la obra del archiduque más allá del personaje». 

En Mallorca, la mayoría de refotografías las ha hecho en el litoral, gracias, precisa, a la ayuda de la  Fundació Marilles y la colaboración de Fundació Baleària. 

Costa de la Tramuntana

Ha hecho comparativas de diferentes lugares de la costa de Tramuntana (la zona más ilustrada por el Arxiduc), como Banyalbufar o Formentor, pero también de la zona de Calvià o Santanyí. «En ‘Die Balearen’, hay centenares de grabados, especialmente de la Serra, pero también hay muchos de Palma y el Pla. Mi intención es incluir el abanico más amplio posible de los diversos aspectos de la geografía isleña y su patrimonio», apunta. 

Más de un siglo después de que el Arxiduc captase esas escenas del paisaje y del patrimonio, el territorio ha sufrido grandes transformaciones. Tantas, que, en algunos casos, alcanzar el mismo punto de vista que el aristócrata en el siglo diecinueve para hacer una foto ha sido imposible. 

«Hay muchos grabados que no se pueden reproducir exactamente desde el mismo punto a causa del crecimiento urbanístico, como Cala Galdana, en Menorca, o Cala Major, en Palma. Pero, en muchos otros casos, lo que no permite hacerlo es el aumento de la vegetación que te tapa la perspectiva o, sencillamente, no te deja pasar», explica a este diario el autor del proyecto. 

Precisamente este aumento de la frondosidad vegetal es uno de los aspectos que ha sorprendido a Lluc Julià, a quien le ha llamado la atención, sobre todo, el grado de fidelidad al paisaje de los grabados que hizo el Arxiduc

«Antes de iniciar el proyecto, me preocupaba que las imágenes originales, al no ser fotografías, no fueran suficientemente fieles a la realidad, invalidando el objetivo principal de la fotografía comparativa. Pero, al empezar a trabajar, enseguida constaté que la filosofía enciclopedista del archiduque revela las pocas licencias artísticas que se permitió, como pueden ser, en algún caso, pequeñas modificaciones de la escala o de la perspectiva», asegura.

Cuando se le pregunta por las conclusiones que ha extraído de esta experiencia comparativa entre la Mallorca del Arxiduc y la Mallorca actual, remarca que éste «no es un proyecto de investigación» donde pretenda extraer conclusiones: «Es un proyecto de divulgación para invitar a la reflexión ya sea a escala individual o colectiva, mediante escuelas, institutos, universidades, centros de investigación o entidades que velen por la conservación del patrimonio». 

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