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El desmadre y el alcohol abren otra temporada en la Playa de Palma

Los alemanes dan el ‘sus’ al turismo de borrachera // Los vecinos piden más control policial y la necesidad de buscar un «equilibrio» entre la diversión y el respeto por el mobiliario urbano

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El desmadre y el alcohol abren otra temporada en la Playa de Palma Pere Joan Oliver

Diez de la noche en la calle del Jamón , centro neurálgico del desmadre y las borracheras de la Platja de Palma. Varios turistas alemanes beben alcohol con pajitas de colores y gorros luminosos cuando, de pronto, a las puertas del hotel Niagara aparece otro compatriota en calzoncillos. Ataviado solo con una camiseta de fútbol y balanceándose de un lado a otro, pocos minutos después se da cuenta de que no lleva pantalones, pero ya es tarde. Decenas de personas le cantan y aplauden al son de la música machacona de las biergarten. La burla dura hasta que otro joven, que también se bambolea sobre sí mismo, llega pegando cuatro gritos para acapara la atención de toda la calle mientras el alemán sin pantalones se escabulle hacia el hotel.

El alemán sin pantalones Pere Joan Oliver

En la Playa de Palma ha empezado la temporada turística y este tipo de escenas se repiten a las diez, a las once, a las doce y se exageran hasta lo surrealista a partir de la una. Así lo cuenta Sophie Desaga que ha venido con sus amigas a «beber mucho y pasarlo muy bien»

Desaga comenta que en Alemania «se habla mucho de las fiestas de Mallorca» y explica que ellos llaman de forma coloquial a la isla como Malle. Aunque desconoce el origen del término, cree que hace referencia a que aquí hay fiestas para los alemanes. La joven destaca la popularidad de la bierstrasse, la zona que, según ella, recrea una mini ciudad alemana dentro de la isla.

La fiesta que Desaga disfruta en Platja de Palma es un contraste con la realidad de muchos vecinos, que este año lidian con el incivismo desde hace ya semanas. Alain Carbonell, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de la Playa de Palma, enfatiza en la necesidad de un «proceso de regeneración del turismo» que aborde estos problemas y «garantice la calidad de vida de la comunidad».

VÍDEO | Empieza la temporada turística en las ‘biergarten’ en Playa de Palma

VÍDEO | Empieza la temporada turística en las ‘biergarten’ en Playa de Palma Pere Joan Oliver

Más control policial

 En este sentido, algunos residentes creen que la solución más adecuada sería aumentar el número de agentes policiales en la zona o adelantar el inicio de la campaña policial. Como el representante de la Plataforma de Vecinos y Hoteleros ‘Por una Playa de Palma Cívica’, Miquel Cañellas, que opina que la reintroducción de la policía montada sería «ideal». «La asociación lo lleva reivindicando casi seis años. Quitaron el servicio de policía montada por bienestar animal, pero pedimos que vuelva a implantarse solo por las noches, no a pleno sol», indica.

Defiende que las patrullas a caballo «impresionan» al ciudadano, puesto que tienen una visión más elevada que los que van a pie. «Da un punto de cercanía tanto al turista como al ciudadano. Con el coche solo suben y baja por la playa y lo que buscamos es que haya policías que tengan un contacto cercano con la gente», añade.  

El CEO de Palma Beach, Juan Miguel Ferrer, enfatiza en la necesidad de adelantar la campaña policial. «En mayo es cuando empiezan los policías a venir a la Platja de Palma, como cada año, pero consideramos que se tendría que adelantar un mes, porque el buen tiempo hace que todo empiece antes y de esta forma se daría un buen ejemplo y se mejoraría la imagen de la zona», manifiesta Ferrer.

Por otro lado, a pesar de que la calle del Jamón es conocida por su ambiente de fiesta desenfrenada, donde es común ver a personas ebrias o incluso durmiendo en la calle es en primera línea de la playa, frente al Megapark. Ahí es donde se concentra esta atmósfera más decadente.

En primera línea de la playa es donde van más perjudicados. Pere Joan Oliver

Sebastian Kauft canta a pleno pulmón Rolling in the deep al ritmo de la guitarra de una artista callejera frente a la playa. «We love Mallorca», repite Kauft una y otra vez a todo tipo de preguntas. Tras dejar claro su amor por la isla, el turista explica que es la tercera vez que la visita. Con casi 50 años ha vuelto después de dos décadas y está «encantado».   

Las luces de los bares y clubes iluminan la costa, mientras los turistas disfrutan de su propia fiesta en la playa. En medio de este ambiente festivo, un estruendo seguido de risas llama la atención. Al voltear la mirada, se puede ver a un hombre desplomado en los arbustos riéndose sin control, mientras sus amigos se suman a las carcajadas. Algunos curiosos se acercan para ver lo que sucede, mientras otros continúan divirtiéndose sin prestar atención. A pesar de estar completamente ebrio, el hombre parece disfrutar del momento y ni siquiera intenta levantarse.

Buscar un equilibrio

Este tipo de incidentes es lo que más preocupa a los vecinos como Xevi Molas, que insiste en la intranquilidad de los residentes por la falta de civismo de algunos turistas, que arrojan basura y hacen sus necesidades en la vía pública. Según Molas, «es necesario buscar un equilibrio entre la diversión y el respeto por el mobiliario urbano».

Sin embargo, aunque las calles del Jamón y la Cerveza se llenan cada fin de semana, el turismo de borrachera todavía no ha llegado a su punto álgido. «Junio es el mes de los viajes de estudios de la península, que para la playa es lo peor que hay. Muchos jóvenes españoles vienen a desmadrarse aquí», explica el presidente de la Asociación de Vecinos Amics de s’Arenal, David Servera.

No obstante, no todos los visitantes de la isla tienen una conducta irresponsable. Miguel Bauer y Markus Ratzinger, por ejemplo, visitan Mallorca desde hace más de 30 años y sienten una conexión especial con el lugar. «La primera vez que visité Mallorca fue a los siete años con mi familia. Para los alemanes venir aquí es como una tradición», expresa Ratzinger.

Miguel Bauer y Markus Ratzinger en la calle del Jamón Pere Joan Oliver

Bauer cree que la isla «es muy completa» y, de hecho, en varias ocasiones ha optado por alquilar un coche para conocerla mejor: «No nos quedamos solo en la Playa de Palma». Esta vez ha venido para ver el partido del Mallorca contra el Cádiz y disfrutar de unos días en la zona.

Ana Rodríguez, presidenta de la Plataforma Antidelincuencia Playa de Palma, cree que no se puede culpar exclusivamente a los turistas por los problemas en la zona. «La prostitución es uno de los grandes problemas y las calles cercanas a la calle del Jamón son una muestra de ello. Además, hay muchos vendedores ambulantes que venden productos ilegales en ciertas horas del día, y también hay carteristas y trileros que operan en cualquier momento del día. En lugar de culpar a los turistas que buscan diversión, se deben abordar estos problemas reales», enfatiza Rodríguez.

 La fiesta en la playa sigue mientras los residentes esperan medidas para equilibrar ocio nocturno y descanso vecinal.

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