“No me hagáis más de una pregunta del pie de Rafa porque luego todo se exagera, y mejor que hable él, ruega Carlos Moyá a la nube de periodistas que esperan las palabras del técnico del campeón de Manacor, bajo un sol abrasador, tras finalizar el entrenamiento en las instalaciones de la Jean Bouin, a cinco minutos de Roland Garros.

El campeón en París en 1998 asegura que ve “muy bien” a su jugador y que está preparado para jugar las semifinales ante el alemán Alexander Zverev. “Está muy bien. Después de cinco partidos, así como llegó, el salto ha sido importante. Cuando Rafa ha sido históricamente exigido ha respondido y en este aspecto estamos muy contentos. Quedan dos partidos, ojalá, y las sensaciones son buenas, respetando siempre a los rivales”, empieza su intervención.

El rendimiento de Nadal está sorprendiendo a todos después de una temporada de tierra en la que no pudo jugar los dos primeros torneos, en Montecarlo y Barcelona, cayendo en cuartos de final en Madrid y en octavos en Roma. Pero no a Moyá. “A mí no. Tengo mucha fe en él, valoro su juego y su nivel, pero es verdad que es la temporada de tierra más atípica de su carrera y podía generar dudas, y las teníamos, pero a la que se le exige responde”, ha señalado.

Zverev ha dicho que Nadal ha mejorado un 30 por ciento en Roland Garros, porcentaje que Moyá no se atreve a valorar, pero sí hace una radiografía muy certera de cómo ha sido la evolución de su jugador desde la llegada a París: “Llega aquí y mentalmente hace un click. Llega a Roland Garros con el bagaje de trece títulos. En 2020 llegó con un torneo en solo seis meses y habiendo perdido en cuartos. Lo bueno es que va cogiendo ritmo en las primeras rondas y va afinando. Siempre pienso que para llegar a tu cien por cien has de ganar partidos. El entreno te da el 75 por cien pero para llegar a ese cien hay que ganar partidos, sufrir, y lo está consiguiendo, comenta el mallorquín, que en París trabaja con todo su equipo, Francis Roig y Marc López, que participan activamente en los entrenamientos.

En las primeras ha ofrecido Nadal un buen rendimiento, pero Moyá habla de “exigencia”. “En las primeras rondas su tenis fue bueno, pero si lo comparas con ciertos momentos del partido con Djokovic se ve la diferencia. Para llegar al cien por cien necesita una exigencia del rival, y Djokovic te obliga a dar todo lo que tienes y así y todo a veces no basta. Para llegar a cómo jugó ante Djokovic tuvo que pasar tiempo en pista y, salvo en octavos, en el que fue un poco irregular, en general fue muy positivo”, subraya.

"Nadal ha cogido ritmo con los partidos y entrenamientos, pero el nivel de exigencia máxima te lo da jugar ante Djokovic"

Moyá no se atreve a decir cómo de cerca está del título. “Un poco más cerca, evidentemente, pero faltan dos partidos para lograr el máximo. Djokovic era el gran rival para ganar el torneo, el sorteo fue el que fue, pero también era malo para Djokovic, y así ha sido. Siempre intento ver la parte positiva, sabemos quién ha ganado pero la tarea no ha finalizado todavía”.

Y es que en la afirmación de Moyá está presente Zverev en su mente, un rival que, asegura, no pondrá las cosas fáciles. “Espero un partido rocoso, muy duro. Ha ganado confianza, hace un mes seguramente no esperaba estar en semifinales aquí, supongo que como Rafa. Pero poco a poco ha cogido confianza, ritmo, salvó una pelota de partido en segunda ronda, en cuartos ganó a uno de los favoritos, Alcaraz, jugando muy buen tenis, se mueve muy bien por lo alto que es, pega muy bien de revés y está con confianza. Será un partido complicado”, asegura.

Finalmente el partido se disputará a las 15 horas, aunque el parte meteorológico da una posibilidad de lluvia que puede obligar a que el partido de semifinales se dispute bajo techo. Pero esta posibilidad parece no preocupar demasiado a Moyá. “Eso no podemos cambiarlo, las condiciones son las que son. Rafa ha ganado con sol, con calor, con frío, con nieve, con lluvia, con techo y sin techo. Puede tener alguna predilección, seguro, pero es Rafa Nadal, es Roland Garros, y se adapta a todo. El mejor tenis que ha jugado fue en 2020, con las condiciones en octubre, tapado, condiciones muy pesadas. Se adapta muy bien a todo”.

En cuanto a si se puede repetir el milagro de Australia, torneo que Nadal ganó el pasado mes de enero por segunda vez en su carrera tras un periodo largo de parón, dijo: “Vamos a valorar el milagro total cuando termine este torneo. Lo de Australia me sorprendió más, por la superficie, preparación y por cómo fueron varios de los partidos. Ahí sí que me sorprendió más y por la duración de la final. Lo de aquí puede llegar a sorprender, pero menos”.

¿Cuánto suma el título en Australia en cuanto a confianza? “Está claro que suma y vienes con un bagaje importante, pero fue en enero y después han pasado cosas y hace que te olvides. Sabes que fue competitivo hace unos meses pero es volver a empezar prácticamente de cero”, sentencia.

Y al final llegó la pregunta del millón. ¿Cómo está Nadal de su lesión en el pie? “Es un tema que tiene que decirlo él, todos sabemos por lo que está pasando, estamos en su día a día, y eso hace que el mérito sea mucho mayor de lo que está consiguiendo. ¿Milagro? Tampoco os esperéis que está jugando con un pie amputado o algo. Ya lo dirá él, pero no es un milagro. Milagros pocos”, concluye.