Cuando traemos un gato a casa por primera vez, sobre todo si nunca hemos tenido uno, nos acostumbramos a su personalidad, su forma de ser y sus peculiaridades de felino, como son su necesidad de arañar para afilarse las uñas, que les encanta restregarse contra zonas picudas para rascarse, les encanta dormir, son muy curiosos y les gusta muchísimo estar en las alturas. (El documento imprescindible que tendrá que tener tu mascota a partir del año que viene)

Hace unos días te explicábamos cuáles eran las 10 cosas que no debes hacerle a tu gato bajo ninguna circunstancia y, además, para que seas el mejor cuidador posible, te dejamos también las 10 cosas que más gustan a los gatos.

Todos queremos que nuestro felino se encuentre en las mejores condiciones posibles cuando le adoptamos y por eso, cada vez que hace algo raro o que nos pica la curiosidad sobre un tema, nos ponemos a investigar como locos. La comida tiende a ser uno de esos temas, ya que es un animal doméstico muy sensible y más propenso a ciertas enfermedades. Estos son 10 alimentos que tienes en casa y que no deberías darle bajo ninguna circunstancia.

Los 10 alimentos que nunca debes darle a tu gato

Aguacate: la grasa de esta fruta puede provocarles a los felinos, incluso, pancreatitis. No debes darle alimentos ricos en grasas en general porque les producen serios problemas intestinales.

Productos lácteos: aunque todos los gatitos de las películas y los dibujos animados toman leche, es un mito. La lactosa, que es el azúcar responsable de su dulzor característico, debe romperse con lactasa y, aunque es más común esta enzima en cachorros, los adultos no generan tantas cantidades como para hacerlo. Los lácteos causan gases, diarrea y vómitos en los gatos y perros.

Cebolla, puerro y ajo: estas verduras pertenecen al género Allium y son muy sabrosas para su paladar pero altamente tóxicas. También favorece la aparición de otras patologías como la anemia.

Chocolate: este es uno de los grandes prohibidos tanto en felinos como en perros. La sustancia que resulta dañina se llama "teobromina" y les acelera el ritmo cardíaco, les provoca vómitos y diarreas, falos en el organismo, incluso puede provocar su muerte.

Frutos secos: al ser tan grasos, los frutos secos no son asimilados por los estómagos de los animales y puede provocar fallos renales, diarreas y problemas digestivos.

Alimentos crudos: en los alimentos no cocinados pueden encontrarse bacterias que causen enfermedades como la salmonelosis, los pescados pueden contener anisakis o las carnes toxoplasmas. Hay que tener especial atención en las vísceras de pescado crudo que tienen una sustancia capaz de causarle parálisis.

Uvas y pasas: estos alimentos pueden llegar a provocar fallos renales e insuficiencia tanto en pequeñas como en grandes dosis.

Cítricos: las naranjas son peligrosas para los felinos porque tienen un compuesto llamado psoraleno que es tóxico, ya que puede provocarle vómitos.

Alcohol: aunque puede parecer muy obvio, pueden ocurrir accidentes como derrames por la mesa o que se suba a algún lugar y alcance un vaso lleno. Es muy peligroso por el etanol que bloquea el funcionamiento normal del sistema nervioso central. Le provocará vómitos, diarrea y excitación.

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Comida con moho: algo evidente, pero a los gatitos les gusta husmear al rededor de la bolsa de basura. Aléjale de ella porque podría tirarla y comerse lo que hay dentro que, si lleva varios días, estará ya en mal estado y puede ser muy tóxico para él. Hay que doblar la vigilancia en verano.

Si tu animal de compañía ingiere alguno de estos alimentos prohibidos, lo mejor es que le lleves al veterinario lo antes posible.