La llamada se recibió en el 112 poco después de las cuatro de la tarde de ayer. La efectuó Marina Cuevas Jurado, de 29 años, la única superviviente de la tragedia registrada en el Torrent de l'Assarell, en Pollença. La joven había salido esa mañana junto a su pareja y un amigo a recorrer el torrente, pero los tres se habían visto superados por la fuerte avenida de agua causada por las lluvias. Ella había dado un salto en condiciones muy difíciles para salvar uno de los desniveles y se había golpeado contra las rocas, pero su pareja y un amigo habían quedado arriba. "Estamos en el Torrent de l'Assarell, que se ha desbordado. El caudal sube mucho y mis compañeros están atrapados bajo una cascada de agua", dijo por teléfono.

Fue el inicio de una dramática operación de rescate que se prolongó ocho horas, hasta las doce de la noche. Un equipo conjunto de la Guardia Civil y los Bombers de Mallorca lograron rescatar a la mujer en buen estado, pero los dos hombres fueron hallados sin vida en una de las pozas del torrente. Tras recuperar los cuerpos, la Guardia Civil investiga ahora las circunstancias del accidente.

Fuentes de la Guardia Civil y los Bombers de Mallorca explican que la llamada de auxilio se recibió en la central del 112 pocos minutos después de las cuatro de la tarde de ayer. En la llamada la mujer explicaba que había podido efectuar un salto a una poza, pero que sus dos compañeros se habían quedado atrapados en la parte alta, atados a una pared y bajo una cascada. El torrente se había desbordado con las últimas lluvias y el caudal seguía creciendo.

De inmediato se puso en marcha un operativo de rescate en el que participaron el Grupo de Rescate de Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, junto con el helicóptero de la Guardia Civil (Cuco), y efectivos del Grupo de Montaña de los Bombers de Mallorca, desplazados de los parques de Inca y Sóller. Los rescatistas desplazados al lugar se encontraron con un torrente en las peores condiciones. Las lluvias habían provocado el aumento del caudal de agua, que corría con gran fuerza por las estrechas paredes.

Marina Cuevas, Luis París y Martín Prado, los tres barranquistas atrapados en el Torrent de l'Assarell, en Pollença.

Guardias civiles y bomberos se coordinaron en la búsqueda. Los guardias civiles, a bordo del helicóptero, remontaron el cauce desde la parte baja, mientras que los bomberos iniciaron el recorrido desde la parte más alta.

Sobre las seis de la tarde la Guardia Civil localizó a Marina Cuevas asegurada sobre una roca en medio del torrente. Los guardias la izaron al helicóptero con un cable. La mujer había sufrido golpes pero se encontraba relativamente bien gracias al traje de neopreno que portaba. Explicó que sus dos compañeros, Luis París Musolas y Martín Prado Mestre, de 37 y 27 años, estaban atrapados un poco más arriba.

La mujer fue trasladada rápidamente al lugar donde la esperaba una ambulancia del 061 y el helicóptero volvió a emprender la búsqueda desde el lugar en el que la habían dejado. Las condiciones de los rescatistas empeoraron con la caída de la tarde y la falta de luz.

Poco después, los guardias civiles se encontraron con los bomberos que descendían por el torrente. No había rastro de los dos desaparecidos. Los equipos de rescate volvieron a examinar el cauce. Finalmente, sobre las ocho de la tarde, localizaron el cadáver de uno de los hombres en el interior de una poza. Los rescatistas se metieron en el agua y poco después localizaron, sumergido en el mismo lugar, el cuerpo sin vida del segundo barranquista. Los agentes informaron del hallazgo al juzgado de guardia de Inca que autorizó el levantamiento de los cuerpos, que fueron trasladados por el helicóptero. Eran las doce de la noche pasadas.