Pablo Marí, apuñalado ayer en Milán cuando se encontraba en un supermercado, inició su carrera como futbolista profesional en Son Bibiloni, llegando a debutar con el primer equipo del Mallorca en Primera División.
El valenciano, de 29 años, llegó a la cantera del Real Mallorca de muy joven. A los 15 años formaba parte del juvenil bermellón y su buen rendimiento le permitió ascender hasta el Mallorca B, debutando en la Segunda División B con 17 años (temporada 2010-11) y entrenando ya con el primer equipo en la siguiente campaña. Fue precisamente en 2011 cuando Joaquín Caparrós le hizo debutar en Primera División, en la reanudación de un Granada-Mallorca celebrado en diciembre, partido que se había suspendido en noviembre por el lanzamiento de un paraguas a un linier.
Abdón Prats, actual jugador de la primera plantilla del Mallorca, compartió vestuario con Marí durante esos años. También en el filial lo hizo Aleix Vidal, que curiosamente hoy visita Son Moix con el Espanyol.
En la temporada 2013/2014 terminó contrato con el conjunto mallorquinista y firmó libre por el Gimnàstic. Sus grandes años en Tarragona le llevaron a firmar por el Manchester City. Allí encadenó cesiones al Girona, Breda y finalmente, al Deportivo de la Coruña, donde se jugaría un ascenso a Primera División en la temporada 2018/2019 ante el Real Mallorca y fallando en los últimos minutos del partido un cabezazo que hubiese clasificado al conjunto gallego.
Su gran año en Galicia hizo que en la 2019/2020 el Manchester City le vendiera al Flamengo, donde conquistaría la Copa Libertadores y una liga brasileña, lo que le permitió volver al año siguiente a Inglaterra con el Arsenal.
Con solo 14 partidos disputados en esta nueva etapa en la Premier y tras volver cedido a Brasil, en la temporada 2021/2022 se marchó cedido a Italia para jugar en el Udinese. Esta temporada, se encuentra en préstamo en el Monza, equipo dirigido por Silvio Berlusconi.
