Un italiano apuñaló ayer a cinco personas en un supermercado de la localidad de Assago, en las afueras de Milán, entre las que se encuentra el futbolista español del Monza, Pablo Marí Villar, canterano del Real Mallorca.

Un helicóptero trasladó al defensa valenciano y a otras dos personas al hospital Niguarda, donde permanece ingresado. Recibió la visita del entrenador, Raffaele Palladino y del consejero delegado del club biancorosso, Adriano Galliani. Según informó anoche el diario As en su web, el entorno de Marí confirmó que fue «apuñalado en la espalda y que el futbolista está fuera de peligro». 

El ataque se produjo alrededor de las 18.30 horas cuando un hombre, que luego fue identificado como italiano, de 46 años, agarró un cuchillo de los estantes del supermercado Carrefour que se encuentran en el interior de un centro comercial y comenzó a apuñalar a las personas hiriendo a cinco. Entre los heridos se encontraban cuatro hombres, de 28, 30, 40 y 80 años, y tres resultaron heridos de gravedad, quienes fueron evacuados en helicóptero. Los equipos de emergencia confirmaron posteriormente la muerte del cajero del supermercado.

Pablo Marí durante un partido con el filial del Real Mallorca

El defensa español, cedido esta temporada al Monza propiedad de Silvio Berlusconi, «sufrió una herida bastante profunda en la espalda. El cuchillo penetró, pero no llegó a los órganos vitales. Me dicen que debería recuperarse de manera bastante rápida. Tiene lesiones en los músculos, pero no le ha pasado nada grave. Está consciente y le están suturando», señaló Galliani. El diario Marca, por su parte, señaló anoche en su web que Pablo Marí se encontraba bien, consciente, después de recibir una puñalada en la espalda mientras estaba paseando con su mujer y su hijo por el establecimiento.

La cadena Carrefour, a la que pertenece el hipermercado, expresó en una nota «su máxima cercanía a los empleados y clientes involucrados en el ataque y a sus familias» y confirmó que se llamó inmediatamente a la policía y que el atacante fue detenido.

Las autoridades italianas confirmaron que el agresor, de nacionalidad italiana de 46 años, sufre trastornos mentales.