«Nadie compra algarroba ahora mismo», avisa el presidente de la cooperativa de segundo grado Camp Mallorquí, Miquel Gual. El oro negro de fora vila ya no es tan oro.

«El mercado está parado», sentencia. «Hoy nadie quiere algarroba», avisa. Y es que aquello de que quien tiene un algarrobo, tiene un tesoro parece haber llegado a su fin porque de los dos euros el kilo que se ha llegado a pagar este verano ha pasado a 70 céntimos esta semana. «La semana pasada se abonaba a un euro, esta ha bajado a 70 céntimos, no sabemos qué pasará la semana que viene pero la realidad es que el mercado está paralizado», razona Gual que ya avisa de que durante un tiempo no será lo mismo. «Lo de los últimos dos veranos no era normal», reconoce el experto que no quiere dramatizar porque está seguro que recoger algarroba seguirá siendo una actividad productiva y atractiva en el futuro porque «a partir de 50 céntimos el kilo es perfectamente rentable».

Exceso de producto

Ahora mismo razona el experto hay un exceso de producto en el mercado. Ello se explica porque hubo especuladores que guardaron garrofín ya que se puede conservar durante años sin que pierda su calidad. Ahora quieren venderlo pero «el drama» es que nadie compra y el mercado está parado. «Los principales perjudicados son los especuladores que compraron producto a dos euros y ahora no le encuentran salida», reconoce. De hecho, Miquel Gual pone un ejemplo de las barbaridades que se han hecho con la locura de la algarroba. Y es que confiesa que el año pasado Camp Mallorquí llegó a vender un camión cargado de garrofín, es decir, 25 toneladas a Suiza por 700.000 euros. «Es una locura. El kilo rondaba entre los 15 y los 20 euros. Ahora se abona a siete euros y aún puede bajar más.

La realidad es que media isla está sembrada de algarrobos jóvenes después de dos o tres temporadas excelentes pero Gual recuerda que él recuerda que aconsejaba sembrar almendros porque «las almendras siempre se comerán y llegará un día que la industria que utiliza la algarroba dará con un espesante más barato». A todo ello hay que añadir que el verano apunta que habrá mucho producto porque «en estos momentos los algarrobos tienen una producción enorme».