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Agricultura

Batacazo de la algarroba en Mallorca: ¿Por qué ha caído en picado su precio?

Los expertos alertan de que hay un exceso de producto cuando "el mercado está paralizado"

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FOTOS | Algarrobos en Mallorca Pere Joan Oliver

El oro negro de fora vila ya no es tan oro. «Nadie compra algarroba ahora mismo», avisa el presidente de la cooperativa de segundo grado Camp Mallorquí, Miquel Gual. «El mercado está parado», sentencia. Así, la que ha sido la reina de los frutos secos en Mallorca, ha caído en picado pasando de los dos euros el kilo que se ha llegado a pagar este verano a 70 céntimos esta semana.

¿Qué explica esta drástica bajada de precio? Primero de todo, el experto explica que ahora mismo hay un exceso de producto en el mercado. Ello se explica porque hubo especuladores que guardaron garrofín ya que se puede conservar durante años sin que pierda su calidad. Ahora quieren venderlo pero «el drama» es que nadie compra y el mercado está parado.

«Los principales perjudicados son los especuladores que compraron producto a dos euros y ahora no le encuentran salida», reconoce. De hecho, Miquel Gual pone un ejemplo de las barbaridades que se han hecho con la locura de la algarroba. Y es que confiesa que el año pasado Camp Mallorquí llegó a vender un camión cargado de garrofín, es decir, 25 toneladas a Suiza por 700.000 euros. «Es una locura. El kilo rondaba entre los 15 y los 20 euros. Ahora se abona a siete euros y aún puede bajar más.

Auténtico 'boom'

Las explicaciones a este batacazo de la algarroba tras dos o tres temporadas de auténtico boom se encuentran en la globalización. Y es que una conocida marca de helados utilizaba el garrofín como espesante para sus productos. Hace tres años tuvo una alerta sanitaria debido al uso de algarroba procedente de India.

«Las industrias que utilizaban garrofín han buscado sustitutos y los están encontrando»

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Así, el experto razona que dicha marca apostó por comprar producto en la Unión Europea. Resolvió el grave problema sanitario pero pagó cara la solución, admite Gual, porque la algarroba en poco tiempo cuadruplicó su valor pasando de 50 céntimos a dos euros. A todo ello hay que añadir que las empresas farmacéuticas, cosméticas o alimentarios tuvieron que aceptar estos precios desorbitados. ¿Qué ha pasado? «Las industrias que utilizaban garrofín han buscado sustitutos y los están encontrando» porque el garrofín no es el único espesante que hay en el mercado. Las empresas no estaban dispuestas a pagar estos precios desorbitados y algunas industrias han preferido cambiar sus fórmulas magistrales para no tener que pagar este «peaje».

A todo ello hay que añadir que la alerta alimentaria con las importaciones de India ya es historia y, por lo tanto, este país vuelve a inundar Europa con su producción.

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