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Llucmajor

El GOB alega contra la planta de compostaje de Llucmajor

Los ecologistas reclaman el estudio de alternativas «hiperdescentralizadas»

Vista general de los terrenos donde se ubicará la futura planta de compostaje.

El Grupo Ornitológico Balear (GOB) ha informado de la presentación de alegaciones a la megaplanta de compostaje que está proyectada en Llucmajor y reclama alternativas «hiperdescentralizadas» con menores costes de implantación y operatividad para la gestión de la fracción orgánica.

La organización ecologista argumentó que, frente al proyecto actual, otras soluciones mixtas de compostaje tradicional, doméstico, comunitario y de agrocompostaje serían «más eficientes económicamente» y repercutirían en la economía de desarrollo local, al tiempo que evitarían el transporte y la gestión centralizada de residuos.

Aunque el GOB admite que la gestión de los residuos orgánicos es una de las «asignaturas pendientes, el coste de las grandes instalaciones como la de Llucmajor -una de las más grandes que está previsto construir- no está justificado.

Además, en el caso de la planta de Llucmajor, indicaron que entra en conflicto con los planteamientos relativos a los principios de proximidad y autosuficiencia. Una megaplanta, en su opinión, no permite el desarrollo del agrocompostaje ni el impulso de la economía circular.

Recursos hídricos

Las alegaciones hacen referencia a la ubicación y, entre otras cuestiones, al hecho de que no cuenta con dotación eléctrica ni recursos hídricos propios. Respecto a esto, según indicaron, la necesidad de un proyecto de una nueva línea de media tensión y un parque fotovoltaico encarecen la inversión. Respecto a la falta de los recursos hídricos necesarios, el GOB apuntó que el proyecto se refiere a la recogida de agua de lluvia, pero sin justificar la disponibilidad de recursos hídricos suficientes para el desarrollo de la actividad. De hecho, argumentó el GOB, se apunta a la necesidad de transportar agua con camiones, lo que incrementaría el tráfico de vehículos pesados.

La simulación de las naves cerradas de la planta, opinó el GOB, advierten del gran impacto que tendrá la instalación en un paisaje singular, en suelo rústico, y que ha tenido que requerir la declaración de interés general.

La entidad ecologista explicó que la gestión hiperdescentralizada de la fracción orgánica, más económica y con menos impactos en todos los sentidos, evitaría esta implantación de unas infraestructuras de carácter industrial en suelo rústico.

Rechazo vecinal

Como informó este diario el pasado mes de septiembre, un grupo de vecinos de Llucmajor también se opone a que la futura planta de compostaje orgánico se ubique en terrenos situados en la carretera de Llucmajor a s’Aranjassa, al lado de la instalación de Mac Insular. Y piden que se exploren otras alternativas.

Ante esas críticas vecinales, el departamento insular de Medio Ambiente defendió la importancia de la instalación y recordó que el tratamiento de la fracción orgánica «no sólo es ambientalmente muy positivo, sino que es imprescindible para cumplir con los requisitos de reciclaje procedentes de la Unión Europea».

Las objeciones vecinales se centran en cuestionar que una instalación de estas características se vaya a edificar cerca de una zona ANEI (Área Natural de Especial Interés), «donde no se puede ni construir una caseta para el perro por el alto nivel de protección», en vez de planearse en un polígono industrial, como pueda ser el de Son Noguera, en el término municipal de Llucmajor.

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