Las galeras de caballos como atractivo turístico podrían quedar erradicadas en los próximos años en toda Mallorca. Si primero ha sido el ayuntamiento de Palma el que ha decidido suprimir este servicio y sustituirlo por otros tipos de tracción eléctrica, con el límite puesto en el año 2024, en las otras dos localidades de la isla que cuentan con esta oferta turística (Alcúdia y Cala Millor) el debate ya está sobre la mesa.
El alcalde de Alcúdia, Domingo Bonnín, informó de que ha solicitado los informes técnicos pertinentes para ver si existe la posibilidad de retirar las licencias o de establecer cambios en este servicio que es una concesión municipal. Actualmente, el Ayuntamiento tiene otorgadas unas 10 licencias, según especificó Bonnín.
«Cuando tengamos los informes, ya decidiremos qué hacemos», respondió el alcalde, cuando se le preguntó si el ayuntamiento de Alcúdia tenía previsto seguir los pasos del de Palma, que en un pleno del pasado mes de julio aprobó una iniciativa que aboga por el «cambio progresivo de todas las galeras de la ciudad, hacia modalidades eléctricas y no de tracción animal».
A la hora de justificar la necesidad de plantear un cambio en este tipo de oferta de transporte, Bonnín expuso los motivos «ya conocidos por todos», como la necesidad de garantizar el bienestar animal y los problemas de tráfico que genera el servicio.
El caso de Cala Millor
Mientras tanto, el ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar ya ha establecido fecha de caducidad para el servicio de calesas que funciona en el destino turístico de Cala Millor.
El Consistorio recordó que, el pasado mes de noviembre de 2021, se llegó a un acuerdo con los concesionarios del servicio, para no dar más licencias.
En ese acuerdo, se estipuló además que, dentro de aproximadamente una década, en noviembre del año 2033, se habrán extinguido la totalidad de esas licencias y la concesión no se renovará, indicaron fuentes municipales.
Estas fuentes agregaron que, por ahora, no existe la previsión de que haya una sustitución de las galeras movidas por tracción animal por otras eléctricas.
En cambio, ésta sí que ha sido la solución elegida por el ayuntamiento de Palma, para cambiar el enfoque de un servicio de transporte para turistas que, históricamente, ha sido muy criticado por entidades animalistas.
Línea de subvenciones
El pleno del pasado mes de julio aprobó una iniciativa que acordó establecer «una línea de subvenciones para facilitar el proceso de sustitución de todos los vehículos de galeras por modalidades eléctricas, fijando como límite el 2024».
En el debate de esta iniciativa en Cort, intervino un representante de la Asociación de la Calesa que criticó la medida y defendió que los conductores de las galeras «respetan y quieren» a los caballos
