La empresa pública PortsIB invertirá 9,1 millones de euros en la rehabilitación de las barracas de Portocolom, «uno de los proyectos más importantes que tiene previsto llevar a cabo en el municipio», según informó ayer la conselleria de Movilidad y Vivienda.

El anuncio se produce el día después de que el equipo de gobierno del ayuntamiento de Felanitx reclamase a Ports que «actúe con celeridad y de forma urgente» para reformar estas instalaciones con el objetivo de evitar su degradación y posible «desaparición».

El Govern detalló que, actualmente, «ya se ha llevado a cabo la primera fase del contrato para la redacción del proyecto de rehabilitación de las barracas de Portocolom y la asistencia técnica a la dirección de obra, consistente en la recopilación de datos, los trabajos previos y la elaboración del estudio de alternativas».

En esta fase, se han realizado varias reuniones con el equipo de Patrimonio del Consell de Mallorca así como con los técnicos municipales «para establecer de forma conjunta las bases de la redacción del proyecto básico», detalló este departamento autonómico.

Antes de la aprobación técnica del proyecto, PortsIB quiere analizarlo de forma conjunta con el área insular de Patrimonio y con el ayuntamiento de Felanitx con el objetivo de que la solución «que se lleve a exposición pública y tramitación ambiental esté consensuada con todas las administraciones implicadas».

La previsión es que, durante el mes de octubre, se apruebe el proyecto básico y se pueda iniciar el periodo de exposición pública necesario para la tramitación del proyecto, además de la tramitación ambiental.

Aguas interiores

En este sentido, el Govern recuerda que las aguas interiores de Portocolom están incluidas en una zona de protección ambiental. El Ejecutivo autonómico recordó el carácter histórico de estas construcciones, las primeras de las cuales datan del siglo diecinueve.

Con posterioridad, se fueron construyendo más, hasta mediados del siglo veinte. Las barracas se ubican, sobre todo, en la zona de es Riuetó y también en el Carrer de la Mar, la Avinguda Tamarells y sa Bassa Nova, configurando una fachada marítima incluida en el catálogo de protección del patrimonio histórico.