Es muy complicado que un taxista de Mallorca responda directamente a la pregunta qué gana al mes. «Depende de los viajes que hagas, de las horas, de los gastos personales que tengas y necesites cubrir. Es muy variable y nadie gana lo mismo», asegura el presidente de la patronal del taxi de PIMEM Biel Moragues. «¿Es cierto que se pueden llegar a ganar 400 y 500 euros diarios en el aeropuerto en verano?», se le pregunta al histórico taxista. «Puede haber casos, sí, pero es importante que te remarque una cosa. Si alguien gana eso, es porque hace 14 horas de trabajo. Y luego, que eso es lo que recauda, no lo que gana limpio, porque hay que restarle unos 100 euros diarios de los gastos que supone el taxi y más si todavía está pagando la licencia», comenta. «En mi caso, en verano, haciendo una jornada de entre ocho horas y media y nueve, puedo recaudar unos 200 euros diarios, que en realidad se me quedan en 130 limpios porque tengo unos gastos fijos al día de 70», indica. «El invierno es muy duro, hay días que no llego ni a 100 y tengo que seguir cubriendo esos 70. No me basta para todo lo que tengo que pagar después. Es normal que aprovechemos la temporada alta, en los meses fríos los ingresos caen a mucho menos de la mitad. Hay que trabajar a destajo en verano para llenar la despensa en invierno», subraya. «Con todas las subidas del combustible tan importantes que hemos padecido, las de los recambios de piezas y de los vehículos, las de los seguros, además del hecho de que aquí los coches son más caros que en la península, te puedo asegurar que este negocio es mucho menos rentable que hace diez años», asevera el presidente de la patronal. «Además hay muchos taxistas que con la pandemia tuvieron que refinanciar sus casas y sus licencias y aún se están recuperando».
400 taxis en verano en el aeropuerto
El pasado viernes a mediodía había en Son Sant Joan cerca de 70 taxistas en la terminal de llegadas más unos 200 en lo que ellos denominan bolsa de taxis del aeropuerto, que está situada en un parking de la zona de Aviación General. Son muchos. Pero en verano puede llegar a haber 400. Lo confirma Moragues. Si en Palma la cifra oficial de licencias es de 1.246, puede afirmarse que un cuarto de la flota total de vehículos que realizan este servicio público trabaja en Son Sant Joan. «Aunque algunos van al aeropuerto y trabajan también varias horas en Palma y van alternando», matiza. Pese a que uno de cada cuatro taxistas de Palma pasa el verano en el aeropuerto, Moragues no cree que falten taxis en la ciudad . «Aquí lo que sucede es que no hay una planificación global de la movilidad y tampoco el transporte público necesario», argumenta. «Muchos buses no recogen a personas en las paradas porque van llenos y esas personas acuden a nosotros muchas veces. Tenemos que cubrir esas deficiencias. Y otra cuestión que nos encontramos es que muchas veces cuando se hace un macroevento el promotor no ha previsto la movilidad para el mismo. Y nos encontramos de repente que tenemos que dar servicio a miles de personas en un momento puntual», indica.
Los atascos en la ciudad
«Hay compañeros que no quieren ir a Palma porque hay muchos atascos. Es mucho más cansado que ir a Son Sant Joan. Haces mucho kilometraje seguido y en atasco permanente, por lo que el coche también padece más. Y es menos rentable, porque si coges un embotellamiento yendo de vacío, no recaudas nada. Al final, con esa gran cantidad de tráfico lo que te sucede es que recoges a la mitad de gente que antes. Ahora, por las obras del Paseo Marítimo, del dique del Oeste al centro tardas 40 minutos. Además, la tarifa de Palma está muy por debajo de la media del resto de capitales», asegura. En Ciutat, durante el día, bajar la bandera supone 2,28 euros y el kilómetro recorrido se cobra a 0,98. En Madrid, son 2,50 y 1,30, respectivamente.
Los taxistas están obligados a recorrer las calles de Palma «al menos tres días al mes, a excepción de agosto y septiembre, que son seis». «No entiendo por qué el Ayuntamiento ha rebajado este año la cifra. En 2022 eran seis, y en agosto y septiembre, nueve. Recuerdo incluso años de que llegaron a ser doce», subraya Moragues. «Sé que la mayoría cumple con estas jornadas fijas en la ciudad, pero seguramente hay quien no. Nadie controla los taxis en Palma», lamenta.
Aplicación digital
Por otra parte, argumenta que muchas veces los ciudadanos tienen la sensación de que no hay taxis porque llaman a Radio Taxi, a la que están suscritos solo 200 taxistas de toda la flota. «Y en ese momento, todos están en un servicio». Para el presidente de la patronal es de vital importancia poner ya en marcha la aplicación digital, que será obligatoria y mostrará la disponibilidad de todos los taxis de Mallorca. «Así también se podría controlar si el que tiene que trabajar en Palma ese día lo cumple o no. En Eivissa y Menorca ya la tienen».
Pese a esta rebaja de días para recorrer Palma, Moragues considera que este verano no será como 2022 en la ciudad. «Habrá problemas puntuales de servicio, pero ya está. El año pasado faltaron 60.000 coches de alquiler, que mueven unas 180.000 personas, que al menos se mueven cuatro veces al día. Si hubiéramos tenido para este año 900 conductores más para las licencias fijas y las temporales, estas últimas no van a salir aún, estoy seguro de que el problema del servicio sería ínfimo».
El concejal de Movilidad Francesc Dalmau asegura que hace 20 años que no se otorgan nuevas licencias de taxi en Palma. «Los taxistas no quieren, es algo que debe hacerse en consenso», declara. Para Moragues, no debería haber más. «En Palma, la ratio es de tres taxis por cada mil habitantes. Es el doble que la media europea, que está en uno o uno y medio. Y somos los segundos o terceros del país en tener más taxis. Esto sucede por el déficit de transporte público. Por eso hemos pedido más licencias temporales y no definitivas, máxime cuando se está hablando de un proyecto de tranvía y de mejorar el transporte público en general», señala Moragues. «Con el taxi se ha estado supliendo todo el déficit de servicio público. Si falta servicio de transporte, la gente le da la culpa inmediatamente al taxi, cuando lo que está pasando es que no se han invertido recursos públicos para movilidad», recalca.
Suspensos en los exámenes
En estos momentos, faltan unos 400 conductores de taxi. «Y el Ayuntamiento está suspendiendo a la gente en los exámenes, poniendo preguntas que no están en el temario. Dudo que el Govern esté viendo bien estos suspensos porque ellos aprobaron el decreto de medidas excepcionales para que entrara más gente en el servicio».
Otra de las cuestiones que no se suelen tener en cuenta cuando se habla de los taxistas «es la cantidad de imprevistos con los que te topas. Si tienes un siniestro total o el coche te dice ‘basta’, cambiarlo en Palma es complicado. Es la única ciudad balear donde sólo se pueden poner determinados modelos de coches y para algunos de ellos hay un año de espera. Mientras aguardas ese tiempo, te has de alquilar un coche, que son 1.800 euros al mes. Es la ruina», considera.
En cuanto a la posible implantación de Uber en Palma, es claro: «Nosotros también querremos poner un precio libre y no estar reglados por tarifas. Hemos de poder competir en las mismas condiciones. Con Uber está pasando en otras ciudades que ya no quieren transportar a los clientes que van cerca y dicen que para esos trayectos están los taxis. En San Francisco, desaparecieron más de seis mil taxistas y el transporte se encareció un 80%», concluye.
