Los vecinos de un solar de la calle Joan Daurer del Coll d'en Rabassa, que desde hace años no pueden conciliar el sueño debido a los cánticos de los gallos de un gallinero espontáneo, continúan con la pesadillla, pese a las reiteradas denuncias.

Desde que la Defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, diera la voz de alarma en la comisión del pleno de hace un mes, e instara al área de Medio Ambiente a que actuara, el problema no solo no se ha resuelto o minimizado, sino que se ha incrementado puesto que ahora, en lugar de los ocho gallos que había hace un mes, hay doce.

Se han incorporado otros cuatro machos, "eso sí mucho más bonitos que los anteriores porque tienen el plumaje dorado y tanto la cresta como la cola más vistosa, aunque molestan igual o más que los anteriores de plumaje negro" ha manifestado una vecina afectada por el problema medio en serio medio en broma, cuando la Defensora se ha puesto en contacto con ella con el fin de comprobar si, por parte del Ayuntamiento, se ha procedido a solucionar el problema.

Cabe señalar que a los cuatro gallos adicionales a los ocho anteriormente existentes en este solar, se suma una cantidad indeterminada de otros ejemplares de todos los tamaños que, aunque en general no molestan, sin que también contribuyen a ensuciar la zona, puesto que en numerosas ocasiones esparcen la basura de los contenedores existentes den la calle.

Los vecinos relatan que los cánticos de los gallos que habitan en este solar sin construir en esta calle les despiertan cada mañana a la salida del Sol, hasta el punto de que la situación se ha convertido en una auténtica pesadilla, lo que les empujó a acudir a la Defensora de la Ciudadanía, ya como última instancia, con el fin de exponerle la situación que viven y reclamar a las instituciones una solución a su problema.

Una vecina afectada indica que han optado por dirigirse a esta oficina "tras haber presentado durante años quejas al Ayuntamiento, al igual que muchos vecinos del edificio y de la calle, sin obtener ayuda alguna".

Esta afectada relataba en su escrito a la Defensora que "enfrente de nuestra finca hay un solar cerrado y en estado de abandono que, además de acumular basura que los incívicos tiran, hay docenas de gallinas, gallos y pollitos que se han convertido en una tortura diaria, puesto que "cantan todo el día y la noche" lo que les genera desde hace años "problemas graves para dormir". Además, relata que vecinos de otros edificios les tiran comida, "generando de esta forma la existencia de basura y la proliferación de ratas".

VÍDEO | Así es el gallo que despierta a los vecinos de la calle Manacor a las 5 de la mañana

VÍDEO | Así es el gallo que despierta a los vecinos de la calle Manacor a las 5 de la mañana Silvia - Bar Trilogía

Cuando la Defensora visitó el lugar hace unos meses, observó "la presencia de 40 aves de todos los tamaños". Puso de manifiesto que, desde la concejalía de Medio Ambiente de Cort se actuó "realizándose una retirada de especímenes en colaboración con una unidad de la Guardia Civil", aunque, como se demostró, "resultó insuficiente" ya que al poco tiempo el problema se reprodujo.

Moilanen insistió en que en estos momentos los vecinos siguen viviendo "un auténtico martirio, que visto desde fuera puede resultar incluso cómico". Si bien desde su oficina continuaron las gestiones para erradicar el problema, con la reiteración de la reclamación a Medio Ambiente y la consiguiente solicitud de información a este departamento sobre las medidas que han adoptado, por el momento, no ha recibido respuesta. Al respecto, auguró que "la solución definitiva se producirá cuando se edifique este solar", afirmación que se ha demostrado incierta a tenor de los problemas que padecen los moradores de una finca que tampoco pueden dormir por las molestias del canto de un gallo que pupula por el vecindario.

Siuación del solar del Coll d'en Rabassa dm

Este solar del Coll d'e Rabassa, tiene una superficie de 8.928 metros cuadrados. En él se prevé la construcción de una calle, que ocupará 1.514 metros cuadrados y un espacio libre público, de otros 1.316 metros cuadrados. El resto del solar se podrá destinar a la construcción de viviendas con una densidad máxima de 88,4 habitantes por hectárea.