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Usuarios de la EMT en Palma: "Queremos que se reduzca el tiempo de espera también en las líneas menos demandadas"

Los ciudadanos se muestran satisfechos con el refuerzo de la L5, L8 y L7, pero advierten que también hay que mejorar otras rutas aunque no tengan tanta afluencia

Un usuario se sube al autobús para viajar en la L5, una de las líneas que desde ayer circulan con más frecuencia en Palma.

José Espinosa salió ayer de casa, caminó hasta la parada y en menos de un minuto estaba subido en el autobús. «Apenas he tenido que esperar esta mañana», explicó el usuario, que cada día viaja en la L5 y se beneficiará, junto a la L7 y la L8, del refuerzo de este servicio de la EMT.

Desde este lunes, circulan por la ciudad 20 nuevos autobuses que aumentan la flota hasta 180 vehículos en los días laborables. «Es muy buena noticia», comentó Francisco Molina mientras vigilaba con el rabillo del ojo la calzada para no perder su autobús. El usuario se subió a la L5 después de tres escasos minutos, pero antes añadió: «Quedan líneas que hay que mejorar, como la 10, que cojo habitualmente y muchas veces tengo que esperar treinta minutos en la parada».

La EMT ha reforzado las líneas con más afluencia para mejorar los corredores principales de Palma. En un momento delicado por la subida del precio del combustible, los ciudadanos reciben de buen grado que se facilite la movilidad, pero muchos de ellos reclaman a la empresa municipal que no se olvide los itinerarios del extrarradio.

Es el caso de Inés Bee, que espera la L6 con su amiga mientras miran la pantalla informativa para saber cuánto falta: cuatro minutos. Los suficientes para explicar que el autobús que la lleva al trabajo «no pasa los domingos»: «Tengo que arreglármelas para llegar», lamenta: «Hay mucha gente que trabaja los fines de semana y poco transporte público esos días. Sobre todo queremos que se reduzca el tiempo de espera también en las líneas menos demandadas».

La L29 (Son Espases - Plaça Progrés), L14 (Sant Jordi - S’Hostalot), L35 (Aquàrium - Plaça Reina) o la L33 (Son Espases - Son Fuster) son algunas de las rutas por las que más protestan los usuarios. El hospital de referencia en Palma, entre los destinos que más se escuchan: «La L2O tarda un montón y con la L33 tengo que hacer transbordos. Hay que seguir poniendo más autobuses», dice la enfermera de Son Espases Trini González.

Mientras, en el otro lado de la Plaza de España, Manuel Natera espera la L7 en sentido hacia Son Gotleu. Permanece tranquilo en la parada, aunque la pantalla marca cuarenta minutos: «No pasa nada, el tiempo de espera que muestra casi nunca es real». Seis minutos después, se subió en el autobús.

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