Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

OPINIÓN

El PP defiende a muerte a Porsell y después lo echa

Jaume Porsell.

Pocas veces se ha desplegado una campaña tan vibrante para blindar a un político como la maraña de argumentos desarrollados desde hace una semana en defensa de Jaume Porsell, a cargo de dirigentes tan articulados y prominentes como Marga Prohens, Antoni Costa o Sebastià Sagreras, por citar solo a los más acreditados.

El PP ha establecido que Porsell no tiene un agroturismo y que el agroturismo de Porsell es completamente legal, que Porsell no gestiona el agroturismo pero que está llevando a cabo unas gestiones impecables para legalizarlo, que Porsell no comercializa el agroturismo pero que es un orgullo para el Govern que el agroturismo de uno de sus altos cargos se comercialice en Booking (que curiosamente significa Reservas).

Una vez demostrada la inocencia absoluta de Porsell por parte del Govern, el Govern lo echa con cajas destempladas y con una de las notas oficiales más terminantes de que se guarda recuerdo. (Sáltese usted el siguiente fragmento, si pertenece a la izquierda enardecida). En los argumentos para la expulsión del director general de Transparencia, la presidenta Prohens exhibe una determinación ausente en los últimos ocho años del Pacto de Progreso. Es posible que Francina Armengol hubiera mantenido el poder, de haber actuado en alguno de los escándalos que también afectaron a su ejecutivo, empezando por Koldo.

En efecto, Koldo juega un papel importante en esta historia. El precedente de los servicios jurídicos del Govern, que se negaron a rubricar informes mentirosos sobre las mascarillas archivadas, se ha contagiado al orbe del funcionariado turístico del Consell. Ningún técnico quiere ya arriesgarse a patrocinar una cacicada con su firma, en un documento que puede acabar ante el juez. Han actuado con sabiduría, y no por atajar un caso claro de corrupción, sino en defensa propia.

El PP se abraza a Porsell para mejor apuñalarlo, aunque sea con una semana de retraso. El afectado debe sentirse confuso, porque se ha limitado a la aplicación estricta del urbanismo que sigue imperando en Andratx, ciudad sin ley.

Compartir el artículo

stats