Los centros de salud de Balears están viviendo este verano una falta importante de médicos que cubran los turnos del fin de semana, lo que está provocando problemas a la hora de atender a los pacientes que acuden con alguna patología. Por esta razón, las islas están viviendo un fenómeno curioso: algunos médicos de familia que residen y trabajan en la península acuden de vacaciones a Mallorca y, aprovechando su estancia, se ofrecen para trabajar los sábados y domingos en las consultas de los centros de salud. De esta forma, pasan toda la semana junto a sus familias y los fines de semana aprovechan para ganar dinero, con el que pagan las vacaciones en las islas.
Este diario ha podido conocer dos casos concretos de facultativos que han decidido aprovechar esta oportunidad. El primero, un médico de Andalucía que atiende a los enfermos en la zona de Campos y Felanitx. El segundo, residente en Ciudad Real, trabaja durante los fines de semana en la zona del Arenal y Platja de Palma.
Además, uno de ellos tiene casa en Mallorca, por lo que esta opción le resulta muy beneficiosa. Explican que se ponen en contacto con el IB-Salut para comunicarles su disponibilidad para trabajar estos días en las consultas de los centros de salud, y aprovechando la falta de médicos obtienen el permiso para ejercer en la isla. Hay que tener en cuenta que un médico puede llegar a cobrar por un fin de semana entre 300 y 500 euros, dependiendo de las horas que realice o si hace guardias. Por ello, los facultativos peninsulares resaltan los «beneficios» de esta decisión.
Según explicaron desde el sindicato Simebal, hay varios centros de salud donde los descubiertos se suceden con una peligrosa continuidad fin de semana tras fin de semana. Así, estos descubiertos se reproducen más habitualmente en los PAC de Santa Ponça, Trencadors (s’Arenal de Llucmajor), sa Torre (Manacor) y el del Pont d’Inca (Marratxí).
