Meliá Hotels International redujo de nuevo sus pérdidas, un 54,1 % de enero a marzo de este año, al cerrar con un balance negativo de 61,4 millones que se prevé que sea el último de pérdidas causadas por la restricciones a la movilidad que afectaron al sector durante la pandemia.

La cadena hotelera comunicó ayer a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CMNV) que pese a la propagación de la variante Omicron de la covid-19, sus ingresos consolidados el primer trimestre de este año ascendieron a 271,4 millones de euros (un 255,5 % superior a los del mismo periodo de 2021, y se situaron solo un 30,9 % por debajo de 2019, antes de la pandemia.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de la hotelera mallorquina subió un 144 % al situarse en 22,7 millones de euros, mientras que los gastos de explotación registraron un alza del 94,1 %, hasta la suma de 246,9 millones de euros.

En cuanto al resultado de explotación (Ebit), fue de menos de 43,8 millones de euros, bastante inferior que el de menos de 117 millones del primer trimestre del año pasado.

Más venta de hoteles

Al cierre de marzo, la deuda neta de la compañía hotelera había aumentado en 65,7 millones de euros, lo que la sitúa en 2.918,9 millones de euros, de los que 1.333,2 millones corresponden a deuda financiera.

Meliá señala que continúa manteniendo como una de sus prioridades reducir la deuda, por lo que contempla una nueva venta de activos, según expone a la CNMV.

El pasado marzo, la situación de liquidez de la compañía, que incluía líneas de crédito no dispuestas, ascendía a 310 millones de euros.