«La Semana Santa siempre ha sido el espejo de lo que va a ser el verano, por lo que todo apunta a que la temporada turística va a ser excelente», afirma el presidente de la asociación Restauración-CAEB, Alfonso Robledo, el cual subraya que en algunas zonas se está superando ya la recaudación que se obtuvo en 2019, antes de la pandemia. Esta valoración es compartida desde otras asociaciones vinculadas a la oferta complementaria, como el ocio nocturno o las grandes superficies comerciales.
En el caso de la restauración, Robledo reconoce que el espectacular aumento de la clientela que se ha registrado en abril ha cogido por sorpresa a muchos establecimientos, que no habían contratado el personal suficiente para afrontarlo. En cualquier caso, subraya que salvo imprevistos, las expectativas son muy buenas, ya que en algunas zonas los ingresos conseguidos superan los previos a la pandemia.
El presidente de la asociación balear de ocio nocturno (ABONE), Miguel Pérez-Marsá, comparte que el balance de la pasada Semana Santa es muy positivo, fruto tanto del aumento de la clientela extranjera como del mayor gasto realizado por la local, y comparte que las expectativas para el verano son muy buenas.
Este representante empresarial señala que su sector se juega mucho durante los próximos meses, dado que la paralización a la que se ha visto sometido durante los más de dos años de la pandemia «no se arregla con solo una buena Semana Santa». También coincide en que la escasez de trabajadores formados está obligando a dar un servicio «que no es el que nos gustaría».
Ese balance positivo es señalado igualmente por las grandes superficies comerciales, desde las que se asegura que algunos establecimientos de este sector están obteniendo unas ventas que quedan por encima de las de 2019. Esta última estimación es compartida por el presidente de la calle comercial Jaume II, Pedro Mesquida, que destaca también el aumento del consumo tanto por parte de turistas como de los residentes.
Los presidentes de las patronales de comercio Afedeco y Pimeco, Toni Gayá y Antoni Fuster respectivamente, lamentan que la reactivación en su sector está siendo menos potente que en la restauración, pero no ocultan que hay ilusión ante las optimistas previsiones que existen de cara a la temporada turística.
