«Ya me he pronunciado, ha sido un acierto en todos los temas», subrayó ayer Gabriel Escarrer al ser interpelado por la Ley de Turismo y sus aspectos controvertidos entre las patronales hoteleras: la moratoria y la reducción de plazas ligadas a las reformas de los establecimientos. Se declaró en comunión con la reforma de la norma ejecutada por el Govern, y, en su papel de presidente de Exceltur y vicepresidente ejecutivo de Meliá, dijo estar «totalmente de acuerdo» tanto con el bloqueo de plazas turísticas, como con la obligatoriedad de tener que eliminar un 5 % de capacidad en los hoteles para crecer un 15% en edificabilidad.
«La lectura» de la ley Negueruela «tiene que ser completa», destacó Escarrer, para referirse a que se eleva «de 12 a 15 años» la edad para computar como plaza turística, lo que «supone más plazas» y beneficia al turismo familiar, al no tener que contratar una habitación adicional.
«A la hora de juzgar hay que hacerlo con una visión mucho más amplia», recalcó, en referencia a las críticas de la Federación Hotelera de Mallorca. Cree que «lo más acertado» es que los periodos de adaptación a la norma son «muy holgados». Sigue «convencido" de que la ley se va a poner de ejemplo y de que se «copiará» en otras comunidades autónomas.