Una marea humana ha partido este sábado al mediodía del conocido como parque Pocoyó y ha iniciado el recorrido por la avenida Gabriel Alomar camino de la la plaça Rei Joan Carles I, la de las Tortuga,s en protesta contra la obligatoriedad del certificado covid. La asistencia a la manifestación ‘Baleares marcha por la libertad’ ha superado las expectativas previstas, y las de anteriores marchas, con alrededor de unas 4.000 personas, la inmensa mayoría sin mascarillas, que con ambiente festivo critican la “segregación” que supone el uso del pasaporte de vacunas covid-19. En Baleares los tribunales autorizaron al Govern su exigencia hasta el próximo 28 de febrero para asistir a eventos, bares o restaurantes, mientras por ejemplo Cataluña lo acaba de eliminar.

Aunque las Fuerzas de Seguridad han instado a los manifestantes al inicio de la marcha que debían cumplir con la normativa covid, mascarillas y distancia de seguridad, los propios organizadores han clamado que eran libres de usarla o no. Según la Policía Nacional, los asistentes han rondado las 4.000 personas, cuando la previsión de los propios convocantes apuntaba a unas 3.000 asistentes. En la cabecera de la marcha una pancarta mostraba el lema "Covid Pass incostitucional, stop abuso político sanitario, basta ya”, seguida de otra con el artículo 14 de la Constitución, relativo a la igualdad de todos los españoles sin que pueda prevalecer la discriminación, subrayando que tampoco por “opinión, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

En castellano, alemán e inglés se ha informado a los manifestantes, con muchos menores presentes también, del plan del recorrido, y se ha pedido respeto para las Fuerzas de Seguridad y los medios de comunicación, pues destacaban carteles aludiendo al “terrorismo informativo”, para que la marcha fuera “ejemplar”".

No han faltado los tambores, pitidos y música y una camioneta con una silueta del tenista Novak Djokovic, referente para el movimiento antivacunas, y diversidad de pancartas con proclamas contra la inoculación o reivindicando también el derecho de los niños a no vacunarse. Entre los carteles con citas de científicos "disidentes", como Robert W. Malone o Luc Montagnier, o proclamas contra Pfizer, también se ha incluido en la marcha uno que aludía a Ramón Llull, con la frase: "Negun thesor es major que veritat". La multitud ha marchado por las avenidas, el paseo Mallorca y Jaime III para continuar hasta la plaza de las Tortugas, donde se había colocado una tarima. Allí se ha producido la lectura de un manifiesto común de la organización Baleares Acción, pues también estaban convocadas manifestaciones en Menorca e Ibiza.

Cerca de 4.000 personas se manifiestan en Palma contra el certificado covid

Cerca de 4.000 personas se manifiestan en Palma contra el certificado covid G. Bosch

Nos unimos para asumir la responsabilidad de defender nuestros derechos humanos y reconquistar nuestra libertad”, dice el manifiesto, contra la “discriminación impuesta por el certificado sanitario” y normativas “irregulares e ilegales” que “nada tienen que ver con la salud”.

Como en los folletos que han ido repartiendo durante la manifestación, en el manifiesto han cuestionado la “histeria colectiva” con medidas que “a medio y largo plazo serán muy graves”, como la vacunación, test o los rastreos. “Todas estas medidas se imponen a través de normas absurdas inaceptables para los ciudadanos e inaplicables para empresarios y policías a quienes los legisladores ponen entre la espada y la pared, enfrentándonos a unos contra otros”, han añadido. Se ha criticado que “se hace sin consultar a la ciudadanía, sin debate público ni científico ni jurídico, sin opción a réplica y sin nuestro consentimiento”, por lo que han gritado “basta” y “los niños no se tocan”. 

LEA AQUÍ EL MANIFESTO DEL MOVIMIENTO 'BALEARES ACCIÓN'

"Quienes estamos hoy aquí representamos a una parte significativa de la sociedad que, con independencia de ideologías y distintas formas de entender y vivir la vida, nos unimos para asumir la responsabilidad de defender nuestros derechos humanos y reconquistar nuestra libertad.

Cada día somos más quienes reaccionamos, nos activamos y manifestamos la necesidad de parar el abuso político-sanitario que nos acosa desde hace ya casi dos años. La discriminación impuesta por el «certificado sanitario» (pase COVID) ha extendido la indignación al dejar todavía más patente que las medidas implantadas por las administraciones públicas, a base de propaganda y normativas irregulares e ilegales, nada tienen que ver con la salud.

No aceptamos que con la excusa sanitaria se vulneren reiteradamente derechos fundamentales. Denunciamos, además, que las medidas impuestas y las coacciones para forzar a la ciudadanía a cumplir con aquellas que no son obligatorias pero que se convierten en condición sine qua non para poder hacer una vida normal en sociedad, no solo no ayudan a resolver la situación alrededor de la COVID, sino que provocan indudablemente mucho más daño.

Además, tal como explican multitud de biólogos, médicos, virólogos, veterinarios y, en general, un nutrido grupo de científicos con sólidos argumentos desde su larga experiencia, los efectos de todas estas medidas a medio y largo plazo serán muy graves. Mascarillas, distanciamiento social, toques de queda, confinamientos, «vacunación», test masivos, rastreo de asintomáticos… una histeria colectiva a través de la cual estamos anulando nuestro sistema inmunológico y trastornándonos. Todas estas medidas se imponen a través de normas absurdas inaceptables para los ciudadanos e inaplicables para empresarios y policías a quienes los legisladores ponen entre la espada y la pared, enfrentándonos a unos contra otros.

Las administraciones públicas atentan contra los valores democráticos y los derechos constitucionales que tanto costó reconocer y hacer realidad. Se redactan normas de rango ínfimo, que se aprueban y se anteponen sin cumplir con las garantías establecidas que blindan derechos fundamentales, sin atender a tratados y resoluciones éticas de carácter internacional y rompiendo la división de poderes. Todo ello sin consultar a la ciudadanía, sin debate público ni científico ni jurídico, sin opción a réplica y sin nuestro consentimiento. A todo esto nosotros decimos ¡basta!

Nada de lo que estamos viviendo ahora sería posible sin la colaboración y la complicidad de muchos, sin el discurso único y las campañas de terror con que nos bombardean a diario, sin la corrupción que lamentablemente se ha ido extendiendo a lo largo de los años a todos los estratos y ámbitos de la sociedad. Por eso, no nos quedamos en casa y denunciamos con voz firme. Por eso no solo nos manifestamos hoy aquí, sino en cada momento de nuestras vidas cotidianas manteniéndonos íntegros y desobedeciendo responsablemente a quienes quebrantan la Ley.

Desde una actitud inclusiva, de respeto y de no discriminación, reflexionemos sobre todo lo aquí expuesto y unámonos, para recuperar nuestros derechos como seres humanos y para reconquistar juntos la libertad."