Al menos dos jóvenes marroquíes que se fugaron la tarde del viernes del aeropuerto de Palma, después de que un pasajero simulara sufrir un coma diabético, han abandonado la isla. Ambos sacaron un pasaje de barco con destino a Barcelona. La Policía dictó una requisitoria sobre la docena de fugados. También el juez emitió una orden de busca y captura, ya que los fugitivos están plenamente identificados.
El avión de Air Arabia Maroc tomó tierra en el Aeropuerto de Palma sobre las siete de la tarde del pasado viernes. El Airbus A320 cubría la línea entre Casablanca y Estambul, pero un pasajero simuló sufrir un coma diabético y el comandante de la aeronave se vio obligado a cambiar la ruta y se realizó un aterrizaje de emergencia en Son Sant Joan.
Cuando el pasajero supuestamente afectado fue evacuado en la ambulancia con un acompañante, se produjo la desbandada en el avión. Un joven marroquí se enfrentó a un Guardia Civil y los otros 21 salieron corriendo por las pistas del aeropuerto palmesano. El tráfico aéreo en Son Sant Joan permaneció cerrado durante tres horas, desde las 20.00 hasta las 23 horas.
Los agentes de Policía Nacional y de la Guardia Civil detuvieron a una docena. La jueza de guardia envió este lunes a todos ellos a prisión acusados de dos delitos de sedición y coacciones. El falso enfermo también fue a prisión por un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular.
Mientras, sobre la otra docena de pasajeros fugados del avión se desconoce su paradero, aunque todos ellos están plenamente identificados. De dos de ellos se tiene constancia de que sacaron un pasaje de barco con destino a Barcelona. Y se vigilan atentamente los movimientos de los otros diez. Sobre todos ellos se ha dictado una requisitoria policial nacional y una orden judicial de busca y captura, que podría ampliarse a nivel internacional.
Un minucioso atestado
Tras la detención de la docena de fugados del avión que realizó el viernes el aterrizaje de emergencia en Son Sant Joan, investigadores de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional realizaron un minucioso atestado. Las pesquisas se prolongaron durante todo el fin de semana, ya que se enfrentaban a una situación completamente inédita.
Al ser puesta a disposición judicial, el lunes, la docena de detenidos, el fiscal, primero, y la jueza, después, suscribieron toda la valoración policial de los delitos en los que habrían incurrido los fugitivos del aeropuerto.
Los investigadores no albergan la menor duda de que la insólita maniobra para forzar un aterrizaje de emergencia estaba planificada de antemano.
