La mayoría de migrantes que viajan en patera y llegan a Mallorca llevan en su bolsillo 50 euros preparados para poder abandonar lo más rápidamente posible la isla en dirección a la península. Según la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, esta es la constatación de que Mallorca se ha convertido en una ruta de inmigración y una puerta para acceder a Europa.
Una vez los migrantes son identificados por la Policía Nacional se les proporciona una tarjeta de identidad provisional. Como en Mallorca no hay centro de internamiento de migrantes, a la Policía no le queda otro remedio que dejarlos en libertad. En ese momento, los migrantes se dirigen hacia el puerto de Palma y con la tarjeta de identidad provisional que les han proporcionado les permite sacar un billete de barco hacia Barcelona o Valencia. El billete lo compran con los 50 euros que llevan en el bolsillo desde su país de origen y envuelto en plástico para que no se moje durante el largo viaje con la patera.
Una vez alcanzada la península ya les resulta mucho más fácil atravesar las fronteras de Francia y las de otros países europeos para intentar rehacer su vida allí. Mallorca solo es una escala en su plan para poder entrar en Europa.
Los migrantes ya saben que en Mallorca les proporcionarán la tarjeta de identidad provisional y que no les retendrán muchos días al no contar con un centros de internamiento. Por este motivo, ya se embarcan en la patera hacia Mallorca con el dinero que les permite comprar el pasaje de la naviera y así viajar hacia el continente.
