El Govern no actuará por ahora contra el inspector de sanidad al que varios trabajadores acusan de proteger a la empresa que vendía carne caducada. La Conselleria de Salud asegura que no puede abrir ningún expediente mientras la causa esté en los tribunales pero que sí actuará si se confirman las acusaciones de que el funcionario de Salud era conocedor de las prácticas irregular de la empresa Cárnicas Vicente ahora investigada pero que no lo puso en conocimiento de la administración al ser cliente habitual y llevarse género gratis.

"El inspector se llevaba género para su consumo, escogía lo que él quería y se lo regalaban. Eran visitas de cortesía y siempre hablaba con Vicente (el dueño)", explicó la administrativa de la empresa en su declaración ante el juez. "Sabía que cambiábamos las etiquetas y que se ponía la carne congelada con envase doble y en una cubeta y se descongelaba y luego le poníamos la etiqueta de fresco y nunca dijo nada", apostilló la administrativa. El abogado de la empresa cárnica contradijo a la administrativa con facturas de género comprado por el funcionario.

La Conselleria de Salud ha evitado hoy hacer valoraciones al respecto. Sin embargo, fuentes del departamento han señalado que no pueden tomar ningún tipo de medida mientras no sean más que declaraciones y mientras esté en los juzgados. Según Salud, por ahora no hay denuncia contra el inspector ni tampoco tienen constancia que se le haya llamado a declarar a raíz del testimonio de los trabajadores.

Con todo, desde la Conselleria señalan "con toda la prudencia" confían en el "trabajo escrupuloso de la plantilla de inspectores". En cualquier caso, avanzan que si se confirman las acusaciones contra el inspector, se actuará con la apertura de expediente disciplinario o sancionador, pero que a día de hoy es incompatible hacer una investigación interna mientras la causa se esté investigando en los tribunales.

La empresa mallorquina Cárnicas Vicente, ubicada en Marratxí, y que proveía productos de carne gourmet desde a comedores escolares hasta a restaurantes con estrella michelín está siendo investigada en el juzgado de instrucción 11 de Palma por numerosos de delitos, entre ellos contra la salud pública, estafa y contra los derechos de los trabajadores. Supuestamente no se respetaba la cadena del frío y se descongelaba la carne de manera irregular y le añadían vísceras o sangre de cerdo para completar su peso.

El dueño de la empresa cárnica y otros dos responsables fueron detenidos el pasado 30 de marzo después de que la Policía Nacional e inspectores de Salud incautaran de más de 50 toneladas de productos congelados caducados, algunos desde hace más de tres años.