La consellera insular de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, ha explicado este martes al presidente del Col·legi Oficial d’Enginyers Tècnics Agrícoles de les Illes Balears, Joan Servera, los principales ejes del proyecto Tanca el cercle, un plan estratégico para el tratamiento del círculo de la materia orgánica en la isla. Se trata de un proyecto valorado en 200 millones de euros que se presentará a los fondos europeos Next Generation y está directamente relacionado con el desarrollo sostenible, además prevé la construcción de cinco plantas de tratamiento de materia orgánica en Marratxí, Santa Margalida, Calvià, Felanitx y Llucmajor. Los ingenieros no han dudado en sumarse a la iniciativa porque considera que es un proyecto “muy importante para el sector agrario” pero aseguran que "el éxito radica en la calidad de compost". De hecho, Servera adelanta que este proyecto podría ser la solución para los residuos orgánicos y de poda de la isla.

En la misma línea, Ribot ha remarcado que el proyecto nace con la voluntad de cerrar el círculo de la materia orgánica en la isla y no ha dudado en señalar que el nuevo compost producido contribuirá en dar un empujón importante al sector primario. “La alianza con el sector primario es clave para el proyecto”, ha añadido el director insular de Residuos, Juan Carrasco, que ha matizado que el compost será apto para usar en agricultura ecológica.

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Ribot ha avanzado que cuando las plantas estén en funcionamiento, se estima producir más de 80.000 toneladas de compost al año. Ahora se generan unas 18.000. Actualmente, el compost que se importa ronda los 70 euros por tonelada mientras que el que se genera en el servicio de tratamiento de residuos domésticos tiene un precio público de 3 euros por tonelada.