En el listado de preocupaciones de los vecinos y vecinas de Calvià, uno de los escalafones más altos lo ocupa la vivienda. Para ser más precisos, la falta de vivienda a un precio asequible en un municipio que encabeza generalmente los ránkings de precios inmobiliarios. Tanto para comprar como para alquilar.

Y esa cuestión, que supone todo un dolor de cabeza para cualquiera que busque piso en Calvià, ocupó este martes por la tarde buena parte del debate electoral organizado por Diario de Mallorca y Fibwi Televisión, con los candidatos de partidos que esta legislatura han tenido representación en el Ayuntamiento.

Las fórmulas para lograr más viviendas a precio asequible evidenciaron ayer las diferencias entre el bloque progresista y el de derechas. «A la derecha nunca le ha interesado la vivienda social. Nuestro plan general prevé más de 300 viviendas en el triángulo de Galatzó. A la derecha sólo le interesa la vivienda unifamiliar», argumentó el aspirante socialista, Alfonso Rodríguez Badal, quien recordó las ayudas al alquiler concedidas esta legislatura, al tiempo que destacó que en octubre habrá 99 viviendas sociales en Santa Ponça de financiación municipal. «La derecha no inició ninguna», dijo Rodríguez Badal. 

«El plan general de la izquierda quiere expropiar, hipotecar los próximos años. Ha costado 2,7 millones de euros. Un despilfarro que se podría haber evitado», dijo la candidata de Vox, Esperanza Catalá, quien abogó por aumentar la edificabilidad, las alturas en extrarradio y la construcción de viviendas en precio tasado en solares municipales. 

«Fomentar la ocupación»

Mientras, el candidato del PP, Juan Antonio Amengual, dijo que, si gobierna, interrumpirá la tramitación del nuevo plan general. «La izquierda radical fomenta la okupación. Llevan ocho años gobernando, a ver si se van. Ustedes han hecho que la vivienda se convierta en un artículo de lujo. Prometen muchas viviendas, pero de momento no hay ninguna», aseveró Amengual. La cabeza de cartel de Unides Podem, Marga Plomer, prometió un «patronato de vivienda que dé vivienda asequible para todos». 

«No nos gusta el modelo de sólo construir. Queremos incentivar la rehabilitación y el uso de edificios obsoletos para que estén al servicio de la ciudadanía», arguyó. El que ha sido su socio en esta legislatura, el candidato de Més Esquerra de Calvià, Rafel Sedano, destacó que el plan general urbanístico, aunque «no sea perfecto», permite más vivienda social.

«Hay que construir más vivienda para reducir precios», apuntó el candidato de Ciudadanos, Juan José Barzola. Los municipios tienen que liberar suelo, afirmó, y dar garantía suficiente para que el propietario pueda sacar la vivienda a alquiler, con seguridad.

Tema turístico

En un municipio como Calvià, el turismo constituye otro de los temas que siempre está en la agenda pública. En este punto, la aplicación del Decreto de Excesos en Magaluf, para desterrar definitivamente el hooliganismo, constituyó un nuevo motivo de controversia política.

«Compartimos la ley de excesos, pero ahora parece una herramienta recaudatoria. Pedimos más seguridad en el destino y más educación en origen. Es un drama que jóvenes británicos fallezcan durante sus vacaciones», manifestó Amengual, quien abogó por un «Calvià 365», que trabaje por estar abierto todo el año, fomentando el turismo cultural, de congresos y deportivo, entre otros subsectores. Rodríguez Badal señaló que el decreto de excesos es una «extraordinaria herramienta para conseguir la calidad» que se merece Calvià», al tiempo que enumeró todos los proyectos en marcha como la renovación integral del paseo de Magaluf y del bulevar de Peguera, entre otros.

Debate electoral de Calvià Pere Joan Oliver Orell

Sedano indicó que esta normativa autonómica contra los excesos se debería seguir aplicando, después de la experiencia de este año. «Es un error hablar de la necesidad de crecimiento. Hay que desestacionalizar, diversificar, decrecer, no que vengan menos sino diferentes. Hay que aumentar el impuesto turístico e impulsar la regulación absoluta del todo incluido», agregó. Plomer, por su parte, dijo que no se puede vivir en Mallorca y en Calvià «como si sólo fuese un resort de lujo».

«Necesitamos un turismo que trabaje directamente con la gente del municipio y sostenible 100 por 100», añadió. El bloque de la derecha arremetió contra la que consideró «turismofobia» de los partidos de izquierda. En este sentido, Catalá reprochó a los partidos progresistas que hablen «de decrecimiento». «Aplicaremos medidas destinadas a turoperadores y pymes y autónomos relacionados con el turismo. Haremos lo posible para que la llegada de turistas continúe generando beneficios y empleo», aseguró. 

Pactos postelectorales

Las políticas de pactos tras los comicios constituyeron otro de los bloques del debate. El candidato socialista no entró en futuribles y dijo que el PSOE «tiene vocación de mayoría». En parecidos términos, Amengual señaló que «salen a ganar» y se presentó como la «única alternativa» al bloque de izquierdas. Sedano avisó de que un gobierno socialista en solitario no sería bueno para el municipio, mientras que Plomer dijo que, a la hora de pactar, hará que la vivienda sea una «prioridad». Mientras, Barzola se situó alejado de los extremismos y Catalá vio posible un pacto a lo Castilla y León, con el PP.