Convertirse en propietario de una vivienda es una decisión importante. La envergadura de la inversión invita a tomarse las cosas con calma, no en vano, será una adquisición que implicará -en la mayoría de los casos- tener que hacer frente a una hipoteca durante años. Comprobar cada detalle de manera exhaustiva, por pequeño que sea, es clave para ahorrarse sorpresas y evitar errores que, a la larga, pueden convertir la decisión de comprar una casa en una ruina. 

Tal y como nos recomienda Ferrant Font, portavoz de pisos.com, “debemos tomarnos el tiempo necesario para evaluar cada aspecto antes de comprar una vivienda”. Para empezar, es importante tener claro qué tipo de vivienda estás buscando. Desde la localización hasta los metros cuadrados, pasando por la distribución o la altura hay muchos aspectos que debes definir para perfilar tu búsqueda. No obstante, existen ciertas recomendaciones básicas que, más allá de los gustos particulares de cada uno, pueden aplicarse en prácticamente cualquier situación. 

Estado del inmueble

No es lo mismo comprar una casa nueva que una vivienda de segunda mano. Sin embargo, en ambos casos, hay aspectos que debes revisar. Si hablamos de promociones de obra nueva, por ejemplo, comprobar que las calidades se ajustan a lo indicado por la promotora y que no existen defectos en la construcción son detalles que no hay que pasar por alto.

El análisis es algo más complejo si hablamos de vivienda usada aunque tampoco hace falta ser un experto para que salten las alarmas. Comprobar el estado del inmueble puede ser tan sencillo como dejarse guiar por los sentidos. Los malos olores, por ejemplo, pueden ser sinónimo de averías en las tuberías, lo mismo que las manchas en paredes o techos pueden evidenciar problemas de humedad. En estos casos, es fundamental investigar la antigüedad de las instalaciones para tener claro si exigirán o no una reforma a corto plazo.

Certificado energético

Aunque es una exigencia relativamente reciente, hoy en día comprar una vivienda pasa por conocer la eficiencia de la misma y el certificado energético es uno de los documentos que debe aportar el vendedor para comprobarla. La información que contiene puede darte pistas sobre la idoneidad del aislamiento de la misma, la efectividad del sistema de climatización o lo acertado de la orientación por lo que, antes de decidirte por cerrar cualquier acuerdo conviene consultarlo.   

Edificios plurifamiliares

Si tus planes de compra pasan por una vivienda en un edificio plurifamiliar conocer su antigüedad también es importante. Si tiene más de 45 años es posible que, en breve, haya que acometer reformas encaminadas a pasar lo que se conoce como la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Dicho de otro modo, como nuevo propietario habrás de hacer frente a una derrama que, en la mayoría de los casos, suele ser considerable.

Más allá del estado general de la construcción, también te será útil tener claro por dónde pasan las conducciones generales de agua o calefacción. Esta información te será muy útil, sobre todo, si estás pensando en hacer reformas en tu futura vivienda.  

Deudas

No solo el estado de la vivienda o el edificio en cuestión son detalles que no debes pasar por alto a la hora de comprar una casa. La situación financiera de la propiedad es un aspecto determinante. Conocer las cargas de la propiedad, esto es, si tiene o no hipoteca o si pesa sobre la misma algún tipo de embargo, por ejemplo, puede hacerte replantearte (o no) tu decisión. Para no llevarse sorpresas solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad puede ser suficiente. 

Saber si la cuota de la comunidad o el pago de tributos como el IBI o la tasa de basuras (dependiendo del municipio) están al día también es importante.

Ubicación

Analizar el emplazamiento de tu futura vivienda es otra de las cuestiones que debes incluir en tu lista de puntos a analizar antes de comprar una casa. Tanto si se trata de un barrio nuevo como si estás pensando en mudarte a un barrio consolidado aspectos como los ruidos, el acceso a servicios, las comunicaciones o los vecinos son puntos a examinar.  

Presupuesto

Adquirir una vivienda supone una inversión considerable y puede constituir un hándicap si tus aspiraciones superan a tus posibilidades. Antes de dar el paso de comprar una casa hay que echar cuentas no solo de lo que supondrá la cuota mensual de la hipoteca, sino de todos los gastos inherentes a la compra de la misma (cuota de la  comunidad, impuestos, pago mensual de suministros…). 

Además es importante tener presente que deberás tener alrededor de un 30% del presupuesto total de la inversión ahorrado ya que los bancos no suelen conceder más del 80% del mismo para la hipoteca y, a ello, hay que sumar los gastos de la operación (alrededor de un 10%).