Familiares y amigos de Francisco Belmonte, el preso que falleció el pasado 2 de agosto en cárcel de Palma, no se creen la versión oficial de la muerte de la víctima por sobredosis de droga y exigen que se investigue y se realice una segunda autopsia al cadáver.

Aseguran que el cadáver de la víctima apareció con golpes y hematomas en la cara a causa de una supuesta agresión, que desde la prisión se niega.