Las pistas de baile de Barcelona se llenaron de jóvenes eufóricos y sin mascarilla. Imágenes de interiores repletos, de un fin de semana que no veíamos desde hace mucho tiempo. Porque fuera, la situación tampoco mejora. La ansias por entrar en la discoteca provocaron avalanchas como la de San Cugat, donde se apelotonaron más de 3 mil personas. En total, seis heridos y pudo ser peor. Porque también hemos visto reyertas con cuchillos y hasta con una pistola.