Con nocturnidad y alevosía el agua inundaba calles, casas y locales en Laredo (Cantabria). Ha caído tanto que se han cerrado los colegios, es casi imposible andar por algunas calles y los comerciantes no paran de achicar agua. Además de la lluvia, el viento ha sido otro de los peligros en el País Vasco. Tomando precauciones ante andamios que puedan derribarse en San Sebastián. Un verdadero incordio, nada amigo de los paraguas en Bilbao. Algunas carreteras, como la de Asúa, han quedado inundadas, cortadas. Mientras, el Mar Cantábrico sigue mostrando su bravura, complicando un día que en Zarautz saben, y por eso se protegen, irá a peor.