La paciente de Barcelona supo que se había contagiado del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) cuando presentó un cuadro muy grave. Comenzó entonces el tratamiento típico con antirretrovirales, pero también con un inmunosupresor. Así estuvo durante nueve meses, hasta que dejó por completo los medicamentos. Han pasado desde entonces más de 15 años y el virus, aunque permanece en su cuerpo, está absolutamente bajo control, sin ningún síntoma ni capacidad de infectar a otras personas, como si todo lo anterior no hubiera ocurrido jamás. La paciente de Barcelona puede cambiarlo todo.