Las cifras del desperdicio asustan. Nuestros hogares tiran al año más de 1.300 millones de kilos y un proyecto de ley intentará reducirlo. Empiezan con restaurantes y supermercados y tendrán un plan de prevención. Deben informar de lo que tiran, bajar los precios de productos a punto de caducar y ofrecer las sobras. Las multas podrían llegar a los 150.000 euros. Establece que primero siempre deben donarlos, si no, elaborar zumos o mermeladas para alimentación animal o como compost y combustible. La basura siempre será el último recurso.