Carmen nació con una enfermedad rara que impedía el crecimiento de su cerebro porque los huesos de su cráneo se unían precozmente. Gracias a una operación que utiliza una tecnología pionera a nivel mundial realizada en el Hospital Gregorio Marañón ahora es una niña sana. Los médicos miden la deformidad para diseñar un cráneo ideal y generan unas plantillas con las que luego remodelaran sus huesos en el quirófano. Siete niños ya han sido intervenidos con este sistema de navegación que permite operar en menos tiempo y con éxito.