El paréntesis de actividad al que obligó la pandemia ha hecho que los payeses y 'firaires' que participan en el Dijous Bo hayan depositado muchas esperanzas en el reinicio de su actividad. Los consultados por este diario aseguraron este jueves que han notado que la gente “tenía muchas ganas de 'firar”, pero, al mismo tiempo, constataron que no había “las mismas ganas de comprar”.

A partir de las once de la mañana, las principales calles de Inca se han llenado de ríos de gente que, en algunos puntos, prácticamente hacían muy difícil caminar. Como es habitual, la exposición de animales de la Plaça del Bestiar ha sido uno de los principales puntos de interés, haciendo las delicias sobre todo de los más pequeños.