Salas de cine, hoteles, comercios, oficinas y la Administración Pública tendrán que cumplir con la normativa de aire acondicionado y calefacción. Hospitales, colegios y centros de mayores están excluidos. A estas excepciones se suman los lugares donde el calor es tan intenso que puede afectar a los trabajadores como peluquerías, centros de planchado, hornos, cocinas o gimnasios y el transporte público. Para evitar el despilfarro de energía las puertas de acceso deberán estar cerradas mientras el aire acondicionado funcione. Escaparates y edificios públicos tendrán que apagar las luces a las diez de la noche.