La tierra en La Palma se sacude con más fuerza. Minutos antes de las doce de la noche se registraban dos terremotos: un seísmo de magnitud 4,5 en Fuencaliente, con una profundidad de 24 kilómetros. Al mismo tiempo otro en Villa de Mazo, de magnitud 4,5 y a 37 kilómetros de profundidad.

El volcán expulsa además una lava muy fluida. Dos coladas avanzan con rapidez hacia el mar y podrían provocar nuevos desalojos en las próximas horas. "Mucha energía, mucho aporte. Esa colada tiene posibilidad de llegar al mar pero no sabemos cuándo lo hará", apunta Miguel Ángel Morcuende, director técnico de PEVOLCA.

Ahora, la calidad del aire sigue siendo desfavorable. El aeropuerto lleva dos días cerrado. "Se prevé que el aire gire al este y esto supondría un escenario mejor para la operatividad del aeropuerto de La Palma", auguraba María José Blanco, del Instituto Geográfico Nacional.

Y aún en esta situación, se intenta volver a la normalidad. Más de cuatro mil alumnos vuelven, por fin, al colegio después de un mes de parón por la erupción del Cumbre Vieja.