La lava lleva tal velocidad que impresiona hasta a los geólogos que la estaban grabando. Ellos mismos han calificado este instante como un "auténtico tsumami de lava". Lava tan fluida y abundante que es capaz de arrastrar piedras. Lleva tanta fuerza que las tres coladas se han reactivado y en algunos puntos supera los 7 metros de altura. Un rodillo que destruye todo lo que encuentra. Ayer parecía pararse a las puertas del supermercado Spar de La Laguna. Hoy ya lo ha fundido por completo. Y a medida que se ha ido cargando de materiales, su velocidad ha bajado de los 250 metros por hora a los 30. Los bomberos calculan su movimiento colocando testigos cada 10 metros. Por ahora ha sepultado ya 696 hectáreas, 22 más que ayer, expulsado de sus casas a más de 7.000 vecinos. Pero lo peor es que se acaba de abrir una nueva boca por la parte del sudeste, el volcán sigue sin darnos tregua.