Los armenios que viven en Mallorca lo hacen desde hace días con el corazón en un puño, casi sin dormir y buscando el consuelo de sus compatriotas. Su país está siendo atacado por Azerbaiyán, un conflicto bélico en toda regla por el dominio del territorio Nagorno Karabaj, en el que, independientemente de las razones que lo han provocado, lo más grave es que la población sufre bombardeos y ataques diarios y los civiles, sobre todo jóvenes, se han convertido en soldados. Desde aquí, algunos se suman a las movilizaciones internacionales para llamar la atención del mundo.