Con la jubilación de Perfecto Cuadrado termina una era en la UIB, la del profesor que milita en el sacerdocio de la lección magistral como una de las bellas artes.

Ayer fue la última clase del maestro en el edificio Ramon Llull del campus. Lo que iba a ser una alocución sobre las vanguardias, en concreto del surrealismo, se convirtió en una conspiración de amigos y compañeros para rendirle un sentido homenaje.