Los padres de Jordi buscaron ayuda. En Mallorca no encontraron un tratamiento adecuado, porque sólo les ofrecía tres horas de terapia a la semana, y era insuficiente. Pero la madre se enteró que había una asociación en Barcelona que desarrollaba programas específicos que podían ayudar a Jordi.

Se trata de Lovaas Foundation, que se encarga de ayudar a niños que sufren este trastorno, para lograr que evolucionen y alcancen un nivel de vida relativamente normal.