Oliver Atienza tiene 15 meses. Es un niño con mucha energía y simpático. Pero la incertidumbre siempre le acompañará. Su madre Laura Tugores explica que es portador de dos mutaciones genéticas patogénicas. Está diagnosticado con el síndrome de Coffin Siris y con hipoplasia pontocerebelosa.

"Pero mi hijo es un caso exrtaordinario porque está evolucionando muy bien. Cognitivamente ha conseguido casi todos los hitos esperables a su edad, sólo necesita un poco de estimulación, y a nivel físico ya está empezando a lanzar a caminar". "De momento, comparado con otras familias, no está siendo tan difícil. Pero no sabemos qué va a ir pasando. Los niños con Coffin Siris suelen tener bastante afectación", refiere.