Ochenta y seis establecimientos de las islas donde se sirven comidas preparadas, fundamentalmente restaurantes, tuvieron que ser cerrados temporalmente de forma cautelar el año pasado por los inspectores del servicio de Seguridad Alimentaria al detectar en ellos prácticas inadecuadas en la manipulación o conservación de los alimentos.

Rosa Llull, jefa de sección de control de Restauración dependiente del servicio de Seguridad Alimentaria de la conselleria de Salud, detalla que el año pasado se inspeccionaron un total de 2.559 establecimientos.