Las filtraciones son un mísil sobre la confianza de sus aliados de la OTAN. En ellas Zelenski habría cruzado líneas rojas, al menos en reuniones con su equipo de gobierno, en las que se habría lamentado de no contar con misiles de largo alcance para destruir objetivos de Moscú, a cientos de kilómetros del frente. 

Afirmaciones que se conocen justo cuando acaba de recibir 2.700 millones de euros en armamento alemán, misiles de crucero británicos y tres meses después de que EEUU aprobase el envío de proyectiles de largo alcance. 

Entre enero y febrero, además, habría considerado invadir poblaciones rusas y destruir el oleoducto que conecta Rusia con Hungría. Así lo certifican unos documentos en posesión del Pentágono, filtrados supuestamente hace un mes y publicados este domingo el diario estadounidense The Washington Post. Zelenski, de visita oficial en Alemania tras su escala en Italia, niega su intención de extender el conflicto a territorio ruso. Y se centra, mientras prosiguen los ataques del Ejército de Putin, en que se puede derrotar a Putin este mismo año.