El ruido de los fuegos artificiales se mezclaba con los disparos en Filadelfia. Solo horas después del tiroteo de Chicago, la pesadilla se repetía. Un hombre abría fuego a discreción durante las celebraciones del 4 de julio y dejaba dos policías heridos. A esta hora se busca al autor de los disparos del que no ha trascendido ninguna información.
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