Dos aspersores rotos situados en el barrio de Nou Llevant de Palma, en la confluencia entre las calles Felicià Fuster y Puerto Rico, se activan de madrugada y riegan la calle de forma abundante en vez del césped de la medianera sobre el que están instalados.

El derroche de agua no dura mucho, apenas unos minutos pasada la una de la noche, pero llama atención en las circunstancias actuales de falta de precipitaciones en Mallorca desde el pasado mes de noviembre.

Los aspersores han perdido sus difusores de agua, de modo que los dos chorros se elevan más de un metro desde el suelo y dejan un gran charco en la calzada.