Rodolfo Schmidt Zagert tenía su estudio de arquitectura en Mallorca cuando en 1999 recibió el Premi Ciutat de Palma por la restauración de Can Sastre (Can Armadams), en la calle Estudi General número 4, al recuperar su herencia árabe, gótica y renacentista. El argentino nacido en Misiones, a punto de cumplir 72 años, rememora en su país aquellos años en los que cambió su residencia en Bremen (Alemania) por un casco antiguo del que continúa «enamorado». Dedicado solo al arte pictórico en la actualidad, desde su casa-atelier en Cariló, en medio del bosque y junto al mar atlántico, cuenta que fue en una playa de Mallorca donde decidió dejar su profesión por los pinceles. Hoy sus pinturas se venden en galerías de Roma, Berlín, Zurich y Buenos Aires. Siempre con ganas de regresar, se confiesa «infinitamente agradecido» con los mallorquines por todos los «mimos» que recibió.