Quedan exactamente once días para que la Fundació Miró Mallorca cuelgue el cartel «en obras». El edificio que levantó Rafael Moneo entre 1987 y 1992 se va a poner a punto con la rehabilitación de una de las partes del inmueble que más problemas ha ido dando a lo largo del tiempo: la cubierta de agua, una suerte de espejo que simula acercar el mar y el horizonte al visitante. Las filtraciones constantes de agua por el deterioro y la falta de estanqueidad de esta zona han provocado humedades en diferentes puntos del Espai Estrella, donde se acoge la exposición permanente del museo, y de todo el edificio Moneo. Unos trabajos que tienen una fecha de inicio marcada en rojo en el calendario: el próximo 2 de noviembre.
Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí