El Gobierno ha decidido zanjar con un caso práctico la polémica sobre si existe una malversación que no sea lucrativa. Para ello, el Ejecutivo ha anunciado que malversará sin ánimo de lucro, y así se disiparán las dudas sobre la figura del Código Penal reformado.

Esta malversación gubernamental deliberada favorecerá la asimilación del fenómeno y será curativa, al igual que el rey Mitrídates ingería pequeñas cantidades de veneno para habituarse.